Romano Prodi deja su retiro para dar el impulso definitivo a Bersani

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Alessandro Garofalo / Reuters

El Partido Democrático exhibe unidad en la recta final de la campaña

19 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La campaña electoral vuelve con fuerza a la agenda pública de Italia tras una semana oscurecida por la renuncia de Benedicto XVI y la celebración del festival de Sanremo. Faltan solo cinco días para que los colegios electorales abran las puertas y los candidatos emprenden el sprint final.

El domingo el Partido Democrático hizo una gran demostración de fuerza en el mitin que celebró en la plaza de Duomo de Milán, donde reunió a unas treinta mil personas. El palco mostraba la unidad de la coalición y contó con la presencia por sorpresa del expresidente del Gobierno, Romano Prodi, poco amigo de apariciones públicas. Pier Luigi Bersani logró reunir a los moderados de Bruno Tabacci y al líder de Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), Nichi Vendola, en torno a él y al candidato a la presidencia de la región de Lombardía, Umberto Ambrosoli, para demostrar que esta vez no serán las rencillas internas las que acabarán con el gobierno de centro izquierda, como pasó en 2008 con Prodi.

Bersani prometió «sacar a Italia de la oscuridad» y para ello dijo que será necesario «un cambio de los derechos y de la moralidad» partiendo del reconocimiento «a las parejas homosexuales a tener una unión civil».

Según adelantó, las primeras medidas que tomará su gobierno son «una serie de normas contra la corrupción, que premien a los honrados y no a los espabilados». Una gran ovación acogió a Romano Prodi, al que más de uno le gustaría ver como presidente de la República. El ex primer ministro explicó que estaba allí para «destacar la importancia de este reto para Italia y para Lombardía y para invitaos a votar unidos».

La posibilidad de un debate televisivo está provocando un agrio cruce de descalificaciones entre los candidatos. Tras la propuesta de Mario Monti de un debate a tres, con Bersani y Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL) volvió a insistir en un debate solo entre su líder y el del PD, idea rechazada por Bersani que piensa que hay que discutir los programas con todos los candidatos.

De momento son ya dos los políticos que desdicen sus citas televisivas. Si el domingo lo hizo Beppe Grillo, quien en el último momento renunció a la entrevista en Sky, ayer fue Berlusconi. Afirmó que no se someterá a las preguntas de los periodistas Lilli Gruber y Marco Travaglio en La 7.

No faltaron las ya habituales amenazas de Berlusconi a sus socios de Liga Norte: «le dimos la posibilidad de tener también la Lombardía después del Piamonte y el Véneto, pero podemos hacer caer los gobiernos de estas regiones si ponen problemas al nuestro», declaró.