La cúpula del rebelde Ejército Libre Sirio anunció ayer que se ha trasladado desde Turquía a Siria en un gesto con el que pretende reforzar su presencia en el país mientras siguen los actos de violencia, que amenazan con desestabilizar la región. El «número uno» del ELS, el coronel Riad al Asad, anunció en un vídeo difundido por internet el cambio de base de la Comandancia, que a partir de ahora quedará establecido en una «zona liberada» con el objetivo de «comenzar pronto el plan de liberación de Damasco».
El traslado, según los rebeldes, ha sido posible ya que han tomado el control de ciertas zonas, sobre todo en el norte del país y en la frontera con Turquía, tras enfrentarse a las tropas gubernamentales, que siguen asediándolas. El subcomandante en jefe del ELS, Malek Kurdi, declaró que los altos mandos de los insurgentes podrán dirigir a partir de ahora sus operaciones con mayor libertad y «sin las restricciones de las leyes turcas».
Además de justificar el traslado «porque en Turquía tenían los movimientos limitados y por respeto a las autoridades turcas», Kurdi manifestó su interés en que esta decisión aumente la moral de sus combatientes y debilite la de sus adversarios.
En los últimos meses habían surgido serias divergencias entre las dos principales facciones del Ejército Libre Sirio: la que luchaba desde el interior de Siria y la que, liderada por Riad al Asad, dirigía las operaciones bajo la protección de Ankara.