EE.UU. decide si lleva a Manning a consejo de guerra

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La defensa pide recusar al fiscal en la primera audiencia al soldado que filtró los documentos secretos de Wikileaks

17 dic 2011 . Actualizado a las 19:15 h.

Ayer comenzó la audiencia preliminar del juicio contra el soldado Bradley Manning, analista informático acusado de filtrar a Wikileaks cientos de miles de documentos militares y diplomáticos estadounidenses secretos. En esta audiencia se decidirá si Manning será juzgado en un consejo de guerra. En la audiencia, celebrada en un fuerte militar cercano a Washington, el abogado civil de Manning, David Coombs, pidió la recusación del fiscal militar del caso, Paul Almanza.

Coombs que aunque actúa como abogado civil es militar en la reserva, basó su petición en que Almaza también trabaja con el departamento de Justicia en la investigación para intentar procesar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, que ayer obtuvo luz verde para recurrir su extradición a Suecia ante la Justicia británica. Según Coombs, es muy posible que de celebrarse ese juicio, Manning fuera llamado como testigo, lo que supone un conflicto de intereses. Además, Coombs acusó a Almanza de parcialidad porque de los 38 testigos que ha propuesto la defensa solo ha aceptado a cuatro.

Bradley Manning, que hoy cumple 24 años, estuvo destinado cerca de Bagdad (Irak) desde noviembre del 2009 hasta mayo del 2010. Según la acusación, en ese tiempo robó cientos de miles de documentos con información militar y diplomática sensible. El portal Wikileaks comenzó a publicar dichos documentos en julio del 2010. Ese mismo mes, Manning fue detenido por la denuncia de un hacker, Adrian Lamo, con que el supuestamente habría comentado lo que había hecho. Desde entonces el soldado ha estado confinado en varias prisiones militares en condiciones que han provocado protestas de diversas organizaciones, entre ellas Naciones Unidas.

La comparecencia de Manning en la audiencia de ayer fue su primera aparición pública desde que fue detenido. Llevaba gafas de montura gruesa y uniforme de camuflaje. La acusación contra él comprende varios delitos castigados con la pena de muerte, aunque los fiscales ya han anunciado que la pena máxima que pedirán será la cadena perpetua.