Los militares aceleran el traspaso de poder, pero Tahrir exige su marcha ya

R. Mousaui, C. De Roquefeuil EL CAIRO / AFP

INTERNACIONAL

Prometen elecciones presidenciales en junio y un referendo sobre el fin de la Junta

23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Junta Militar, en el poder en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, prometió ayer elecciones presidenciales en junio del 2012 y aceptaron la posibilidad de celebrar un referendo sobre el traspaso del poder para intentar apaciguar a los manifestantes. Pero la respuesta de los miles de reunidos en Tahrir fueron gritos de «!vete, vete¡».

En un discurso televisado a la nación, el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), el mariscal Huseín Tantaui, afirmó que las legislativas se celebrarán a partir del lunes, como estaba previsto, pese a la grave crisis política y a los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que se han cobrado 28 muertos desde el sábado. Celebrar presidenciales a mediados del 2012 puede interpretarse como un adelanto electoral, ya que las fechas que barajaba era finales del 2012 o incluso el 2013, a falta de un calendario concreto. Era una de las exigencias de los manifestantes un fecha para tener presidente y que los militares entregarán el poder a los civiles.

«El Ejército no quiere el poder y antepone los intereses del pueblo a cualquier consideración. Está completamente dispuesto a traspasar las responsabilidades inmediatamente si el pueblo lo quiere, mediante un referéndor», aseguró Tantaui.

También aceptó la dimisión del Gabinete de Esam Sharaf y su sustitución por un gobierno de «salvación nacional», pero no anunció el nombre del nuevo primer ministros Estos anuncios se hicieron al final de una reunión del CSFA con varios partidos políticos, entre ellos los Hermanos Musulmanes y los salafistas de Al Nour, para intentar buscar una solución a la crisis. El CSFA mencionó durante el encuentro la posibilidad de nombrar al exjefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed ElBaradei, como nuevo primer ministro, afirmó una fuente castrense, pero esta hipótesis no está confirmada.

Demasiado tarde

En Tahrir, decenas de miles de egipcios seguían reclamando el traspaso del poder a los civiles, y acusaban a los militares de aferrarse a él y perpetuar el sistema represivo heredado de Mubarak, en una marcha en la que no estuvieron los Hermanos Musulmanes. En la emblemática plaza, algunos manifestantes no se creían ni una palabra del discurso del mariscal.

«No podemos creer lo que dice. La pelota estuvo en el campo del consejo militar durante meses, y no hicieron nada», afirma Ibtisam al Hamalawy, de 50 años. «Es Mubarak con ropa militar y este discurso se parece al de Mubarak», añade este contable de 35 años. «¡Lárgate!», gritaban al mariscal decenas de miles de manifestantes en Tahrir retomando un lema machacado durante la revuelta contra el expresidente.

También se registraron enfrentamientos en otras ciudades: Alejandría, Port Said (norte), Suez, Qena (centro), Asiut y Asuán (sur), así como en la provincia de Daqahliya, en el delta del Nilo. Ante la gravedad de la situación, la Bolsa cerró con una pérdida de 4,7%. EE.UU. condenó «el uso excesivo de la fuerza» por la policía y reclamó al Gobierno que proteja el derecho de manifestación.