Las medidas de seguridad colapsan la frontera con Galicia

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

20 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno portugués dispuso el mayor operativo de seguridad de su historia para evitar incidentes durante la cumbre de la OTAN. Para evitar la llegada de manifestantes anticumbre, se suspendió temporalmente la aplicación del acuerdo de libre circulación de Schengen y se extremaron los controles de fronteras en los aeropuertos y en los puntos de paso con España. La frontera con Galicia fue una de las afectadas.

El férreo control impuesto por la Guardia Nacional Republicana desde el miércoles lo sufrieron los usuarios de la A-55 de Vigo a Tui, que a la altura del nuevo puente internacional tuvieron que soportar colas de más de tres kilómetros. Cruzar la frontera supuso una espera de más de media hora.

Los accesos en Salvaterra y Arbo también se ralentizaron por este mismo motivo, obligando a los conductores a identificarse ante los agentes lusos.

Según un primer balance policial luso, en los últimos dos días se impidió la entrada a 200 personas, y 18 sospechosos fueron detenidos -siete de ellos en pasos de control con Galicia-.

Procedente de Galicia, Paulo Fernández declaraba a AFP que él no había tenido problemas para entrar, pero se lamentaba de que varios compañeros no tuvieron la misma suerte «por culpa del impresionante dispositivo en la frontera».

Miles de policías... y casi ningún manifestante: la cumbre de la OTAN comenzó en medio de una sorprendente calma, sin disturbios y prácticamente sin concentraciones contra el evento. La noche del viernes, medio centenar de activistas protagonizaron frente al Liceo Camoes una sentada como acto pacífico de desobediencia civil contra la cumbre de la OTAN, sin siquiera atraer la atención de las fuerzas de seguridad

Para hoy se anuncian concentraciones más importantes.