Era conocido con el apodo de «Birdy», pajarito en español

I. Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

03 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Bird era un hombre discreto, popular, conocido por todo el mundo por su apodo de Birdy, pajarito en español. De pequeña talla, había perdido pelo y echado tripa. Se divorció de su mujer hace más de veinte años. Un familiar decía que no quería tener hijos y que la negativa de su mujer a abortar destruyó la relación.

Vivía con su madre enferma y era un fanático de los deportes de motor. Practicaba submarinismo y tiro con arma de fuego. Al parecer, pasaba muchas horas debajo del coche.

El martes por la noche, tras mantener una discusión con sus compañeros de parada, algo cambió en su interior. Peter Leder, un amigo de Bird, indicaba ayer: «No sé que pudo ocurrirle, pero el martes por la noche me dijo 'no me volverás a ver más'». En el momento de cerrar esta edición se desconocía la razón que motivó la discusión de Bird con sus compañeros de parada.

Bird había vivido toda su vida en la zona turística de Whitehaven, aunque cada año disfrutaba de unas vacaciones en el extranjero, Tailandia, un país al que viajaba en compañía de amigos. Nunca hablaba de su familia, aunque se sabe que tenía dos hijos ya mayores, uno de los cuales acaba de ser padre hace tan solo dos semanas. Tenía dos hermanos, los dos viviendo en Cumbria.

Un taxista de Whitehaven declaró que Bird era el objeto de bromas de algunos colegas, que le tomaban el pelo por su carácter callado. ¿Podrían haberse reído de su escaso éxito con las mujeres?