La película más realista de Panahi

Nolo Mariño

INTERNACIONAL

La policía detiene a uno de los cineastas iraníes más respetados en el mundo, conocido por su respaldo a la causa reformista de Mir Huseín Musavi

03 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El cerco al reformismo continúa estrechándose en Irán. Varios agentes de policía vestidos de paisano irrumpieron en una fiesta privada en casa del famoso director de cine Jafar Panahi, el lunes por la noche, y lo detuvieron junto a su mujer, según confirmó ayer el fiscal de Teherán, Abás Jafari Dowlatabadi. El apoyo de Panahi al líder opositor Mir Huseín Musavi ya le costó un paso por la cárcel el pasado verano. Según Dowlatabadi, el arresto no tiene motivos políticos y el cineasta es sospechoso de cometer diversos delitos, aunque no especificó de qué se le acusa en concreto, según explicó a la agencia ISNA. El fiscal aseguró que el caso está ya bajo investigación. Panahi, de 49 años, ha recibido diversos galardones por sus películas, muchas de las cuales están prohibidas en Irán. Entre ellos, cabe destacar sendos primeros premios en Berlín o Venecia. De hecho, este año fue de nuevo invitado a la Berlinale, pero las autoridades de la república islámica le prohibieron expresamente su asistencia y no le expidieron el correspondiente visado de salida para que viajara fuera del país. «Todos tenemos miedo de que nos pueda pasar algo así, y solo por el mero hecho de rodar una película. Nunca sabemos qué es lo que puede ofenderlos en cada momento», explica F.?K. una joven directora comprometida con las defensa de las mujeres de su país y que también ha recibido diversos premios por sus películas en diferentes certámenes europeos y americanos. Para F., el cine es un medio «ideal» para mostrar al mundo lo que pasa en Irán. «Las imágenes quedan ahí y en mis documentales doy cabida a personas de todas las tendencias. El resultado siempre es el mismo, la sociedad está polarizada y parece que en realidad hubiese dos países diferentes», explica. El propio Panahi da la impresión de haberse convertido ahora en uno de sus personajes, como aquella mujer de El círculo , quizá su filme más conocido, que no puede escapar a su destino y es detenida una y otra vez por la policía por sus relaciones con otros personajes. Después de diez años de su estreno, parece una premonición de la vida del director, que osó mostrar su apoyo a los candidatos reformistas que contestaron las elecciones del pasado verano. A menudo se ha hablado del cine de Panahi como el heredero del neorrealismo italiano en la gran pantalla. Las autoridades iraníes han conseguido ahora que la realidad sea incluso más cruda que la que nos enseñaba en sus apasionadas películas en defensa de las mujeres o de las personas más vulnerables de Irán. Una sociedad en la que la inseguridad jurídica mantiene en permanente incertidumbre a cerca de 70 millones de ciudadanos y que poco a poco se está quedando sin voces que la defiendan.