Cuba sugiere que las restricciones de energía pueden ser permanentes

La Voz

INTERNACIONAL

Los apagones desvelan el deficiente estado de la red eléctrica y la caída de las inversiones en su renovación

11 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno cubano lanzó ayer por medio de su viceministro de la Industria Básica, Juan Manuel Presa, un aviso a la población de la isla, que podría ver agravarse aún más el cuadro de restricciones energéticas que padece. «Puede ser muy conveniente» que algunas de las medidas a las que se ha recurrido para rebajar el consumo de combustible se tengan que aplicar de forma «permanente», pues «siempre va a ser necesario ahorrar», afirmó.

El anuncio estaba escondido en el medio de un balance extraordinariamente positivo que Presa dio a conocer durante la inauguración de una conferencia sobre energías renovables que comenzó ayer en La Habana, y según el cual el programa de restricciones puesto en marcha ha logrado una rebaja del consumo eléctrico del país en un 10%.

La campaña, promovida por el Gobierno que preside el general Raúl Castro, entró en vigor el pasado día 1 y contiene medidas drásticas que incluyen cortes de energía y severas sanciones a quienes la incumplan. Su blanco fundamental son las entidades y empresas estatales, que consumen más de la mitad de la energía del país y han sido acusadas por el propio Gobierno de ser las principales derrochadoras.

Además, se han anunciado planes con horarios de apagones generalizados por si fuesen necesarios. Se añaden a los recortes de alimentos de la cartilla de racionamiento de que se valen los cubanos para asegurar su subsistencia y que les supondrán una menor cantidad de sal y de frijoles en su dieta a partir de ahora.

Aunque las autoridades señalan que su motivo es poner coto al derroche de algunos funcionarios, las restricciones revelan, en realidad, un problema estructural: la insuficiencia del suministro eléctrico cubano y la desaceleración de las inversiones en los programas para hacerle frente. «No escapamos nosotros, nadie, a la situación de crisis», afirmó Presa.

Cuba emprendió en el 2005 un programa de ampliación y modernización de su sistema eléctrico, tradicionalmente deficiente y que llegó a una situación de colapso en el 2004. Le puso el pomposo nombre de revolución energética e implicaba millonarias inversiones que el viceministro no precisó. Aunque ese programa, dijo Presa, tiene «un alto nivel de ejecución», ayer admitió con claridad que «es posible que algunas acciones no las podremos realizar con la intensidad con que la veníamos ejecutando».

La situación podría verse agravada aún más por las reducciones de la producción petrolera impuesta por la OPEP a Venezuela, el principal surtidor de la isla, y que podría obligarla a reordenar sus prioridades exportadoras. Según los datos facilitados ayer, Caracas suministra a Cuba unos 92.000 barriles diarios en condiciones favorables de pago, lo que cubre un 50% del consumo cubano. La isla produce al año unos 28 millones de barriles de petróleo y gas, destinados básicamente a la generación eléctrica por tratarse de un crudo muy pesado.