Los disturbios provocados con motivo del 35 aniversario del golpe militar, el 11 de septiembre -fecha en que el golpe de Estado de Augusto Pinochet derrocó a Salvador Allende- se saldaron con treinta y un heridos, entre policías y manifestantes, 234 detenidos y algunos daños materiales.
Del total de detenciones, 160 tuvieron lugar en la región metropolitana de Santiago, donde se concentraron las protestas. Además, dos civiles se encontraban ayer en estado grave: una mujer embarazada de cuatro meses que recibió un disparo y un joven que fue ingresado en un hospital con pérdida de masa encefálica a causa del impacto de una bomba lacrimógena.
Cientos de jóvenes encapuchados levantaron barricadas incendiarias para obstruir el tránsito y atacaron a la policía con palos, piedras, cócteles molotov e incluso con armas de fuego.
En contraste, las manifestaciones y actos en memoria de las víctimas de la dictadura que tuvieron lugar durante el día fueron pacíficas.
El subsecretario de Interior destacó el hecho que este año no haya habido ninguna víctima mortal, a diferencia de lo sucedido el año pasado.