Una trama de espías y corrupción en la Rusia postsoviética

La Voz

INTERNACIONAL

14 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Badri Patarkatsishvili vivió en Rusia entre 1993 y el 2001, época en la que fue perseguido por las autoridades rusas acusado de haber cometido desfalco en la compañía AvtoVAZ, la mayor fabricante de vehículos del país, que dirigía junto a su amigo y también disidente político Boris Berezovsky.

También se le acusó de planear la huida de prisión del ex director de Aeroflot, Nikolai Glushkov, acusado de fraude. El hombre encargado del fallido plan de huida de Glushkov fue Andrei Lugovói, por lo que el actual diputado había sido encarcelado. Lugovói es el ex agente del KGB al que la Fiscalía británica acusa de asesinar a su ex compañero Alexánder Litvinenko en Londres hace 15 meses. Lugovói era el jefe de seguridad de Patarkatsishvili y Berezovski cuando dirigían el canal de televisión ORT.

Patarkatsishvili era amigo de Lugovói y se les veía juntos a menudo en Tiflis, la capital de Georgia, hasta que Litvinenko murió. Este también mantenía estrechos contactos con Patarkatsishvili, a quien Litvinenko visitó poco antes de ser envenenado.