Asesinan a tiros a la periodista rusa más crítica con Putin

Rafael Mañueco MOSCÚ

INTERNACIONAL

Anna Politkóvskaya era conocida por su defensa de los civiles chechenos Su mediación en el secuestro del teatro Dubrovka en el 2002 la hizo famosa

07 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

No es en absoluto casual que Anna Politkóvskaya fuera asesinada precisamente en el momento de máximo apogeo de la ola de fervor nacionalista que invade Rusia desde que comenzó la actual crisis con Georgia. Politkóvskaya fue siempre una defensora de los civiles chechenos, ante las atrocidades de las tropas rusas, y de los caucasianos en general, víctimas habituales de la xenofobia y arbitrariedad de muchos policías y funcionarios rusos. Fue la periodista más mordaz criticando la política del presidente Vladimir Putin y, sobre todo, la decisión de reanudar la guerra en Chechenia. Su cadáver fue encontrado ayer por una vecina en el ascensor de su casa, en pleno centro de Moscú, pasadas las cinco de la tarde. Minutos antes, un individuo le había metido cuatro balas en el cuerpo. La pistola utilizada y los casquillos de los proyectiles fueron después encontrados allí mismo por la policía. Politkóvskaya acababa de llegar de hacer compras en una tienda de alimentación y no tuvo tiempo de sacar todos los paquetes de su vehículo. El asesino, grabado Según uno de los inspectores, la cámara del portero automático grabó al asesino, un hombre joven de estatura media, ataviado con una gorra de béisbol, pero, al parecer, la imagen es borrosa y de mala calidad. El vicefiscal de Moscú, Viacheslav Rosinski, aseguró, por su parte, que han sido incautados todos los documentos y el ordenador de la periodista para su estudio. «Sus últimos artículos y cualquier material que permita averiguar qué estaba investigando podrían ayudarnos a identificar a los autores del crimen», afirmó Rosinski. La policía ya ha descartado que el robo sea el móvil del asesinato y parece tener plena seguridad sobre el hecho de que el delito fue premeditado. También hay unanimidad, tanto por parte de la policía como por la de sus colegas, en cuanto a que lo sucedido está directamente relacionado con su actividad periodística. Su ex marido, Alexánder Politkovski, dijo que recibía constantemente amenazas de los servicios secretos, de militares y de grupos neonazis. Su último artículo, publicado en Nóvaya Gazeta, el semanario donde trabajaba desde 1999, lo dedicó a hablar de las tropelías cometidas por la milicia de Ramzán Kadírov, primer ministro checheno y verdadero hombre fuerte de la república. Sus hombres están oficialmente integrados en las fuerzas federales que luchan contra los separatistas. Madre de dos niños, Politkóvskaya estuvo varias veces en España. Entre otros muchos reconocimientos, fue galardonada, hace dos años, con el premio Vázquez Montalbán de periodismo. Escribió varios libros, algunos de ellos, como Una guerra sucia, Terror en Chechenia y La Rusia de Putin, traducidos al español. Intervino como mediadora durante la toma de rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, en octubre del 2002. En septiembre del 2004, fue envenenada en el avión en el que viajaba para cubrir el secuestro en la escuela de Beslán.