Cae el cerebro del robo del siglo

Agustín Bottinelli CORRESP. | BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

Crónica | Golpe policial en Buenos Aires Detenidos dos miembros de la banda que asaltó el Banco Río, del Grupo Santander, en enero, y se llevó unos 50 millones de euros en su huida por un túnel hasta el río de la Plata

19 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La policía argentina detuvo ayer a dos miembros e identificó a los restantes de una banda que el pasado 13 de enero fue protagonista del robo del siglo en ese país, no sólo por lo cuantioso del botín, sino por lo cinematográfico del hecho. Aquel mediodía, seis delincuentes irrumpieron en la sucursal del Banco Río, franquicia del español Grupo Santander, en la localidad de Acasuso, una zona de clase alta en la provincia de Buenos Aires. Allí tomaron a 23 personas como rehenes y, mientras simulaban una negociación con la policía, se escaparon con el botín por un túnel de 16 metros previamente preparado que conectaba con un desagüe pluvial con salida al río de la Plata. Cuando la policía entró al banco para liberar a los rehenes se encontró con que los ladrones habían desaparecido de la escena. Botes neumáticos, alcantarillas, trajes de buceo y hasta un pequeño dique para la retención de agua fueron parte del operativo que la banda puso en acción para huir, con un monto calculado en más de 50 millones de euros, formado por dinero, joyas y piedras preciosas que robaron de 149 cajas de seguridad y del tesoro del banco. Antes de escapar con el botín, los asaltantes dejaron, junto a tres réplicas de pistolas, un mensaje que decía: «En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores», un texto similar al que escribió en una pared el cerebro del denominado robo del siglo , ocurrido en Francia en julio de 1976, Albert Spaggiari. Alberto Torre y Liliana Fernández son los dos delincuentes que fueron detenidos por la policía argentina cuando circulaban en una camioneta todoterreno Hyundai Galloper que habían comprado horas antes. Torres, al que se considera el cerebro del golpe, aunque la policía no lo admite, tiene 52 años y antecedentes policiales que indican que estuvo 21 años preso por cargos de robo a bancos, secuestro extorsivo y robo a mano armada. El delincuente había recuperado la libertad en el 2002. Dos errores Tras haber planificado desde la cárcel el meticuloso robo, Alberto Torres jamás hubiera imaginado que un pequeño detalle de la vestimenta que llevaba el día del asalto al Banco Río iba a ser una pista fundamental para esclarecer el robo más importante de los últimos años en Argentina. Es que la investigación se centró en la declaración de uno de los testigos, que reconoció la marca de la corbata que llevaba uno de los delincuentes. El portador de la corbata Eqqus, que llevaba un traje gris, le dijo a un cómplice durante el atraco: «El traje lo compré ayer y me queda perfecto», frase que escuchó uno de los rehenes. A partir de esa pista, la policía averiguó que el único traje gris que se había vendido lo fue en un local de un centro comercial en la provincia de Buenos Aires llamado Shopping Soleil. Allí, los investigadores dialogaron con la vendedora del traje, que dio una nueva pista. Aseguró que el hombre tenía una bolsa con ropa de buceo. En el otro local del centro comercial, los agentes localizaron una filmación por circuito cerrado de televisión en la que Alberto Torres había comprado ropa de buceo utilizada para escapar por el desagüe pluvial. Otro detalle que perjudicó a Torres fueron las escuchas telefónicas que la policía realizó durante la investigación. En una de ellas, los investigadores captaron una conversación entre el delincuente y un cómplice. Torres decía que iba a presenciar el comienzo de las clases de su hijo, en marzo. «Yo voy a venir al inicio de clases de mi hijo», dijo desde Paraguay, país en el que buscó refugio después del robo. La mujer detenida con Torres había colaborado en el robo sirviendo de apoyo exterior. Está considerada la pareja del delincuente. En varios registros en la ciudad de Buenos Aires se recuperaron ayer cerca de 887.000 dólares en distintas monedas, y cerca de cinco kilos de joyas y monedas de oro. Anoche seguían los registros y se esperaban más detenciones de los miembros de la banda que no abandonaron el país. Otros podrían estar en Brasil y en Europa.