Argentina, en venta

Agustín Bottinelli CORRESPONSAL | BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

Empresas y particulares extranjeros compran grandes extensiones de tierras, incluido más del 50 por ciento de la llamada «Zona de Seguridad»

18 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde hace quince años, numerosos inversionistas de todo el mundo han comprado enormes extensiones de tierra en Argentina incluyendo más del 50% de la llamada «Zona de Seguridad». Estos territorios comprenden una franja de 150 kilómetros en la frontera terrestre, y de 50 kilómetros en la costa, y suman 31,4 millones de hectáreas, de las que ya han pasado a manos privadas 16,9 millones. En el caso de la región de la cordillera de los Andes, frontera natural con Chile, las incluidas en la zona de seguridad son las tierras con una concentración más elevada de recursos naturales estratégicos, tierras cultivables, minerales y reservas de agua dulce. En una entrevista concedida a un periódico de Buenos Aires, Luis Tibiletti, titular de la Secretaría de Seguridad Interior (SSI), dependencia estatal que desde 1996 es la encargada de dar la aprobación para la venta de tierras en las regiones fronterizas, advirtió de que antes que él llegara a la Secretaría, entre 1997 y 1998, se adjudicaron ocho millones de hectáreas a empresas y particulares extranjeros. Que Argentina es un territorio deseado lo demuestran las más de mil solicitudes entregadas en la SSI en los últimos 18 meses, de las cuales sólo se han concedido once por un total de 120.000 hectáreas. La venta de tierras a extranjeros dentro de la «Zona de Seguridad» no es un hecho ilegal. La región preferida por los inversores es la Patagonia, al sur del país. Uno de los primeros en ser propietario en la zona fue el millonario estadounidense Ted Turner, que compró 70.000 hectáreas en las provincias de Neuquen y Tierra del Fuego. Parte de sus propiedades incluyen las regiones de Collon Curá y Los Lagos, en Neuquen, que están dentro de la «Zona de Seguridad». Los gobiernos de Menem y De la Rúa autorizaron esa venta. Un repaso a la lista de inversores demuestra que el territorio argentino se vende en grandes extensiones: Los mayores terratenientes del país (sin contar al Estado, dueño de las tierras fiscales), son los italianos Carlo y Luciano Benetton, con un millón de hectáreas productivas en la Patagonia. El mayor propietario privado de recursos naturales vinculados al agua, en la Patagonia y en los Esteros del Iberá -parte visible del mayor acuífero de agua dulce del planeta- en la provincia de Corrientes, es el norteamericano Douglas Tompkins. De las 70 explotaciones mineras en las cordilleras, 63 pertenecen a compañías extranjeras, y las restantes, al Estado argentino. La empresa chilena Arauco compró unas 150.000 hectáreas -el 6% del territorio- de la provincia de Misiones, limítrofe con Paraguay y Brasil. Al inglés Charles Lewis, dueño de la mayor parte de las localidades turísticas de El Bolsón y el Lago Escondido, en la frontera con Chile, le pertenecen más de 20.000 hectáreas estratégicas. Hace seis meses, el gobierno de Río Negro lo obligó a dejar un paso a los turistas y pescadores hacia el Lago Escondido, una de las bellezas naturales de la región. En Catamarca (noroeste), la multinacional Nikkon adquirió 700.000 hectáreas de una zona minera y turística. No lejos de allí, en Salta, otro grupo internacional, el AIG, compró 1,5 millón de hectáreas, casi el 7% de la provincia. Los argentinos tienen sensación de despojo. Esta semana, dos duros del cine, Silvester Stallone y Bruce Willis, han contactado con agentes inmobiliarios del sur argentino para comprar fincas de considerables extensiones.