El guerrillero checheno Salmán Radúyev muere misteriosamente en una cárcel rusa

La Voz AGENCIAS | MOSCÚ

INTERNACIONAL

15 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Salmán Radúyev, uno de los comandantes de la guerrilla chechena más temidos, falleció el sábado misteriosamente en la prisión de máxima seguridad de Solikamsk, en los Urales, donde cumplía cadena perpetua por su implicación en el sangriento secuestro de 3.000 personas en 1996 en Daguestán. Las autoridades rusas anunciaron ayer su muerte, que resulta «muy oportuna», según la prensa, pues ya no podrá desmentir «los testimonios» en el caso contra Ajmed Zakáyev, detenido en Dinamarca. El viceministro de Justicia, Yuri Kalinin, informó de que Radúyev murió en el hospital de la prisión a causa de «hemorragias internas y externas». Aunque esas hemorragias, incluso en un ojo, pueden indicar que recibió palizas, añadió que fue una «muerte natural». Un oficial penitenciario apuntó que sufrió «una inflamación de los vasos sanguíneos», posible consecuencia de una vacunación, de medicamentos, de una intoxicación alimentaria o de una hipotermia. Un portavoz de Justicia, Boris Kaliáguin, opinó a su vez que Radúyev «calculó mal sus fuerzas al guardar ayuno en el Ramadán». El «Titanic» El guerrillero fue detenido en una operación especial de los servicios secretos rusos en marzo de 2000, que lo habían dado por muerto en varias ocasiones. Años antes, fue sometido a varias operaciones quirúrgicas, primero para salvarle la vida y, luego, para recomponerle la cara, dado que una bala expansiva le voló un ojo, la nariz y parte del cráneo. Desde entonces se le apodó el Titanic , por la placa de titanio implantada.