ORLANDO LIZAMA CRÓNICA El 11-S le ha convertido en el presidente más popular de EE UU
27 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.EORGE W. Bush, el presidente que llegó a la Casa Blanca en medio de las dudas hace casi un año, cerrará el 2001 como uno de los jefes de Estado más populares de la historia de EE UU. Hijo de un ex-presidente, el ex-gobernador de Texas asumió la presidencia el 20 de enero del año pasado en un ambiente de escepticismo generado por una elección cuestionada y en la que ni siquiera ganó el voto popular. Recibió un país en paz, un Congreso que estaba bajo el control de su Partido Republicano y casi 10 años de bonanza económica ininterrumpida. Para los analistas, las condiciones estaban dadas para que su tarea en la Casa Blanca se llevara a cabo sin sobresaltos, pero la situación comenzó a cambiar a mediados del año al frenarse una economía que a mediados de diciembre entró en recesión. Paralelamente, la deserción de un congresista le despojó en el Senado de la mayoría republicana. La paz se fracturó el 11 de septiembre pasado cuando el país sufrió el atentado terrorista más grave de su historia y Bush declaró la guerra al terrorismo. Después de tratar de impulsar la economía mediante lo que para muchos fue una demagógica decisión de reducir impuestos, Bush lanzó una operación militar sobre Afganistán a cuyo régimen integrista acusó de albergar a Osama Bin Laden, quien, según la Casa Blanca, fue autor intelectual de los atentados contra Washington y Nueva York que causaron más de 3.000 muertos. Tras más de dos meses de bombardeos contra las milicias talibanes que controlaban casi todo el país, EE UU, la coalición internacional y la oposición interna de la Alianza del Norte han establecido un nuevo gobierno en Afganistán. La cadena de incidentes que para muchos analistas pudo hundir a un presidente fue la que levantó a Bush a niveles sin precedentes en la historia de este país. Según una encuesta de la cadena de televisión CNN y el diario USA Today, para el 39% de los estadounidenses Bush es el hombre más admirado. De esta forma superó a John F. Kennedy, que, en 1961, al finalizar su primer año de mandato tenía el respaldo del 32% de sus conciudadanos. Para el historiador Michael Beschloss, Bush ha tenido el mérito de señalar con claridad el propósito de la guerra al contrario de lo que ocurrió en Vietnam cuando muchos estadounidenses no sabían por qué estaban luchando. También, el presidente ha tenido el valor de advertir al país que esta guerra será larga y costosa. Según David Kennedy, profesor de historia americana de la Universidad de Stanford, «Bush ha recibido el don de una crisis en la que automáticamente ha creado un consenso acerca de la necesidad, de la legitimidad moral y la justicia de lo que estamos haciendo». Para John Keegan, historiador y escritor, Bush goza del surgimiento del nuevo patriotismo estadounidense.