Sancionan a los concursantes de «Operación Triunfo» por incumplir una norma fundamental

V. Brey REDACCIÓN

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A pesar del comportamiento aparentemente ejemplar de los concursantes, el aislamiento del exterior les ha llevado a saltarse una de las reglas básicas

17 nov 2017 . Actualizado a las 20:02 h.

Si algo ha llamado la atención de los concursantes de Operación Triunfo 2017 es su comportamiento ejemplar, más cuando lo comparamos con los concursantes de la mayoría de reality shows que campan a sus anchas en la parrilla actual de televisión.

Incluso cuando discuten, se disgustan o tienen algún desacuerdo, los concursantes son comedidos y educados, y no se dejan llevar por el grito fácil o el insulto. Y demuestran, de este modo, que la juventud actual no es, para nada, como nos la han pintado otros programas.

Pero estar encerrado en una academia durante semanas sin contacto con el exterior también les invita, en ocasiones, a saltarse las normas, como sucedió en la tarde de este jueves 16 de noviembre.

Todo parecía normal en el directo de Operación Triunfo 2017, hasta que la emisión se centró en el plano fijo de una guitarra y dejó de tener en cuenta a los concursantes. Los fieles espectadores empezaron a especular y a analizar con lupa los momentos anteriores.

Había dos escenas que llamaban la atención no por lo que mostraban en la imagen, sino por el audio. En una, se escuchaba la voz nerviosa y atropellada de Aitana, interrumpida por Agoney, que anunciaba, victorioso: «La tengo», a lo que la catalana respondía: «Ah, ¿ pero se conecta?».

En otra escena, mientras se veía a Alfred salir del cuarto que comparten todos los concursantes, y en el que no hay cámaras, el ourensano Luís Cepeda decía algo enigmático: «Siento que la bronca me va a caer a mí solo». Aitana no estaba de acuerdo: «No, nadie se va a enterar de nada, ¿qué ha pasado? No pasa nada nada».

Pero sí que se enteraron. Las alarmas saltaron entre los responsables de la academia de Operación Triunfo 2017, que suponían que estaba pasando algo anormal.

Al parecer, uno de los móviles que tienen los concursantes (todos ellos sin conexión a Internet) tenía la radio desbloqueada, de modo que los chicos aprovecharon para escuchar una conocida emisora de radio, algo que tienen prohibido, ya que les da información del exterior.

La sanción fue inmediata, y la organización decidió retirarles a todos ellos los teléfonos móviles que usan para grabar sus propias voces y para sacar fotografías y vídeos que luego envían al departamento de redes sociales para que las suba a las cuentas de Instagram individuales creadas para la ocasión.

Solamente se los volvieron a dar, provisionalmente, durante la visita del ferrolano Andrés Suárez, para que se sacaran fotografías o vídeos con él, para volver a requisárselos acto seguido.

Quizás fue este episodio el que llevó a la organización a ser consciente de que los concursantes necesitaban respirar algo de aire puro, ya que, en la mañana de este viernes, el presentador del programa, Roberto Leal, los llevó a practicar una hora de running por los alrededores del edificio de la academia.

La reprimenda por parte de los responsables de la Academia el día anterior debió de ser rotunda, ya que, durante la comida, muchos reconocían que, aunque algunas personas los habían saludado por la calle mientras corrían, ellos no se atrevieron a devolverles el saludo, por miedo a alguna represalia.