Claudio ya arrancó al Celta B

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Angelika Warmuth | REUTERS

En su primer año en el filial, el técnico vivió una situación parecida con un triunfo en las ocho primeras jornadas y luego el equipo jugó el play off

27 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El famoso «trata de arrancarlo», extrapolado al fútbol, ya lo vivió una vez Claudio Giráldez como técnico de la casa celeste. Le sucedió en su primer año en el filial, en la campaña 2022/2023, cuando el porriñés solo ganó uno de los ocho primeros partidos y terminó clasificando al entonces Celta B para el play off de ascenso a Segunda. Una temporada después, ya comenzó en modo avión, aunque justo antes de dar el salto al primer equipo encadenó seis jornadas sin ganar. Ahora en el Celta sucede al revés, el curso pasado comenzó con paso firme y solo tuvo el titubeo del mes de enero (un punto de 12) y esta campaña, en su segundo ejercicio completo, es cuando está sufriendo para arrancar al EuroCelta: cinco empates y una derrota en liga y otra en Europa, lo que significa que el equipo no ha ganado ninguno de sus siete partidos oficiales.

Claudio Giráldez comentó en más de una ocasión que su mayor dificultad como técnico en la estructura del Celta fue arrancar al filial en su primer año. En aquel entonces, coleccionó también empates (cuatro y todos por 1-1 con Alcorcón, Deportivo, Linense y Pontevedra), tres derrotas (Sanse, Córdoba y Mérida) y solo ganó un partido entre medias (cuarta jornada), al Ceuta en territorio norteafricano. En el noveno partido, aquel Celta B venció en Linares, y aunque volvió a encadenar dos derrotas, en la décimo segunda jornada comenzó a pisar el acelerador y terminó plantándose en el play off. Hugo Álvarez, Sotelo, Damián, Javi Rodríguez y Pablo Durán estaban en aquella plantilla y seguramente alguno se acuerde ahora de las similitudes entre las dos temporadas. Entonces, la mejor receta fue la paciencia, dejar que la plantilla madurase y cuando consiguió el necesario cuajo, el equipo se convirtió en el mejor visitante de toda la categoría y fue remontando posiciones. Pasó del descenso al play off.

Un año después, la peor racha llegó después de Navidades, con cuatro derrotas y dos empates, pero siete puntos de nueve en los últimos tres partidos de Claudio en el filial, zanjaron la minicrisis. Enero volvió a ser un mes difícil para el porriñés en su primera campaña completa con el Celta, el curso pasado. El equipo había comenzaron bien y caminaba con paso firme cuando una racha de cinco jornadas sin ganar (cuatro derrotas y un empate) destapaban los fantasmas del descenso, pero la remontada ante el Betis cambió por completo la línea argumental de la temporada.

Ahora, como si fuera cíclico, Claudio vuelve a sufrir un mal arranque que no admite dilación. Los cinco puntos que el conjunto vigués tiene en la liga le obligan a acelerar en Elche para evitar caer en la zona roja antes de las visitas del PAOK y el Atlético a Balaídos. Además, los célticos están obligado a restituir su perfil de equipo desinhibido y con fútbol después de las dudas desatadas en Stuttgart, donde el equipo fue todo lo contrario al credo de Giráldez. El trata de arrancarlo volverá estar más presente que nunca en el Martínez Valero.