El Celta se quedó con una defensa de cuatro jugadores en el inicio del segundo acto y terminó con otros tantos delanteros, pero sin marcar en 16 intentos
13 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Claudio Giráldez intentó cambiar el partido frente al Espanyol a través de la libreta. Si tanto en el encuentro de Cornellá como en el primer tiempo de Balaídos, Manolo González le había ganado la partida al de O Porriño con su método tradicional de orden y transiciones, en la segunda mitad, el entrenador del Celta trató de sorprender pasando a jugar con una línea de cuatro defensas, con Javi Rodríguez y Marcos Alonso en los laterales, y Jailson y Carlos Domínguez como centrales, lo que implicaba adelantar la posición de Sergio Carreira y de Óscar Mingueza en los costados.
Con esa idea, llegó el segundo tanto del Espanyol, en el que fallaron los dos centrales de emergencia, y con el 0-2, el preparador céltico renovó su frente de ataque y terminó jugando con cuatro futbolistas con la vitola de delanteros: Alfon pasó a jugar en la banda derecha,Williot Swedberg lo hizo en el lado izquierdo y Fer López y Pablo Durán, por dentro. En el centro del campo, únicamente habitaban Fran Beltrán e Ilaix Moriba, además de los defensas que participaban en la recuperación del balón.
Dio igual, porque en esta ocasión, el conjunto vigués se quedó a cero pese a disparar en 16 oportunidades a la portería contraria, de las cuales seis fueron entre los tres palos, pero ninguno de los tiros perforó la portería de Joan García, que hizo dos excelentes paradas. Por el contrario, el Espanyol marcó en dos de sus tres intentos. Vicente Guaita solo hizo una intervención en el partido.
Alfon González, que encadena cinco encuentros siendo de la partida, fue el jugador que más lo intentó, hasta en cuatro ocasiones, seguido Mingueza, Pablo Durán y Fer López, con dos. El jugador con ficha del B fue el más incisivo de todos.
