El Celta afronta un partido vital en Cádiz con la posibilidad de dejar el descenso a seis puntos, pero también con el riesgo de caer a la zona roja
25 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En una liga normal a paso ligero, tanto el Celta como el Cádiz estarían haciendo las maletas para despedirse del fútbol de élite, pero sus desgracias deportivas han encontrado un inesperado aliado: la liga a cámara lenta de los cinco últimos clasificados. Solo así se entiende que el equipo de Rafa Benítez viva fuera del descenso con 20 puntos o que la tropa de Mauricio Pellegrino esté a un triunfo de salir de la zona roja pese a no ganar encuentro alguno desde el lejano 1 de septiembre.
Por eso, el Celta puede dar un volantazo si es capaz de vencer esta tarde, lo que significaría ganar el golaveraje y meterle seis puntos al descenso o el Cádiz, sacar la cabeza con un simple triunfo ante el conjunto vigués, al que le arrebataría el comodín de la diferencia de goles. Un atajo para el cuadro celeste y un salvavidas para los andaluces, que hoy se pasan al celeste por una vez.
Los dos equipos llegan igual de mal a la contienda. El Celta, con un único triunfo en las cinco últimas jornadas de liga, y el Cádiz, con un gol en todo lo que va de 2024. De momento, los amarillos son el colista del año y el cambio de entrenador no ha supuesto un giro radical en su complicada situación.
A favor de la tropa de Benítez juega su estadística de visitante. Los célticos han sumado los mismos 10 puntos fuera de casa que en Balaídos, marcando el doble de goles: 18 frente a los 9 de Vigo. Han demostrado fuera de casa que saben esperar su momento y que puede defender con orden aunque los errores individuales le están condenando. Además, hasta la fecha han sido capaces de sumar ante el trío del descenso: triunfo sobre el Almería y el Granada y empate con el Cádiz en la primera vuelta en un pésimo choque. En contra, que esta temporada nunca sabes qué versión del Celta te vas a encontrar.
Del mismo modo, el 70 % del pírrico botín del Cádiz lo ha sumado en su campo y para la contienda de esta tarde han tocado a rebato para que el todo el cadismo se dé cita en las gradas. Manuel Vizcaíno, su presidente, se ha pasado la semana haciendo campaña para que el Nuevo Mirandilla sea un olla a presión.
El Celta ya está acostumbrado a este tipo de partidos. Lleva demasiados en los últimos años, aunque Benítez le quiso quitar trascendencia al envite. «Puede ser determinante en muchas cosas, pero habrá doce jornadas más y hay que seguir trabajando». Cree que mantener la tensión será la primera clave «porque como no tengas presión, no sacas lo mejor de ti».
Para ganar en el Nuevo Mirandilla, además, el Celta tendrá que burlar a la historia en Primera. Solo ganó una vez y de eso hace más de tres décadas.
