Costoya y la ilusión de ver Balaídos una vez más

GRADA DE RÍO

Costoya, con su mujer, su hijo y su nuera, en Balaídos.
Costoya, con su mujer, su hijo y su nuera, en Balaídos. CEDIDA

Jugador en los años 60, el excéltico vive desde hace años fuera de Galicia, padece demencia y su familia quiso que viera el estadio «posiblemente por última vez»

04 may 2023 . Actualizado a las 19:18 h.

José María Costoya, nacido en Vigo en 1943 -cumplirá 80 años en septiembre-, fue jugador del primer equipo del Celta en Segunda División entre 1962 y 1965, procedente de las categorías inferiores. Residente en Alcalá de Henares desde hace años -su trabajo tras el fútbol le llevó allí-, padece demencia y «poco a poco se va olvidando de su pasado», cuenta su sobrino nieto Miguel Oitabén Mazaira. «Este año decidimos que volviera a Vigo a ver a la familia por si más adelante ya no podía», detalla. Y ayer, muchos años después, pisó el césped de Balaídos, donde tantos partidos disputó durante su etapa como futbolista.

Fue un día muy especial para su familia, que cuenta que se mostró «muy contento y emocionado». «Le encantó cómo está quedando el campo y recordaba cuando él jugaba y el césped no tenía nada que ver con la alfombra que es ahora», detallan. En la visita les guio Waldo, con el que se reencontraba.

Una formación del Celta con Costoya entre sus integrantes.
Una formación del Celta con Costoya entre sus integrantes.

Miguel fue el artífice de que esta emotiva visita pudiera producirse. «Desde este año, soy miembro de A Tapa Celeste y les pedí ayuda para que pudiera volver al estadio», comenta. No fue nada complicado, algo que agradece tanto a su peña como a la Agrupación de Veteranos y al propio Celta. «Solo con decirles las fechas y mandarles un poco de información para buscar ellos si algún compañero estaba disponible para que se viesen, se encargaron de todo», agradece.

Costoya, conocido como El Balilla, era reticente a este viaje que su familia llevaba tiempo barruntando. «Esta visita fue la causa de que accediese a venir, porque la familia quería verle hace tiempo y no se decidía», explica. Cuando le plantearon la opción de ir a visitar Balaídos, les llamaba «locos», cuenta Oitabén. «Nos decía que eso no podía ser, que él no era tan importante. La ilusión de ver ese campo una vez más sirvió para que hoy esté en Vigo».

El canterano del Celta, durante su época de futbolista.
El canterano del Celta, durante su época de futbolista.