El Celta paga su mal primer tiempo con una derrota (0-1)

GRADA DE RÍO

Óscar Vázquez

El Mallorca se adelantó y neutralizó la reacción celeste con un numantino ejercicio defensivo

17 abr 2023 . Actualizado a las 23:16 h.

El Celta tiró el primer tiempo y lo pagó con la derrota ante el Mallorca. El ultradefensivo conjunto de Javier Aguirre salió bien, marcó a las primeras de cambio y se defendió de maravilla ante un conjunto vigués que deambuló durante el acto inicial y que reaccionó con los cambios en el segundo, pero le faltó pegada y su penitencia fue la primera derrota ocho partidos después.

Enfrentarse al Mallorca es como visitar al dentista y más, si le das la opción de que se adelante en el marcador. Pese a las bajas en defensa, el técnico visitante quiso sorprender haciendo protagonista a su equipo en el inicio, minutos en donde ya se pudo comprobar que el Celta, con Miguel Rodríguez como gran novedad, no estaba cómodo en el partido.

Lo bermellones olieron sangren en la cueva de Joseph Aidoo y consiguieron su objetivo al segundo intento. No fue Muriqi, sino Amath en su segundo remate. En el primero, con todo a favor y tras robarle la cartera a la defensa, disparó a un palmo de la portería, pero en el segundo no falló.

Para no variar, el tanto balear llegó tras un saque de córner, pero no en la jugada originaria, sino en su continuación. Iván Villar no se quedó con el balón en su salida, la pelota comenzó a viajar de una cabeza a otra de los bermellones y terminó con el zapatazo de Amath a puerta vacía. El senegalés, todavía tuvo una tercera ocasión antes del descanso, pero el tiro salió demasiado cruzado.

Y al errático sistema defensivo de los célticos se unieron sus problemas en ataque. Contra once jugadores por detrás del balón el Celta necesitaba rapidez, precisión y claridad y solo Iago Aspas inventaba el fútbol al primer toque para intentar desenredar el partido, pero sin el faro en la zona de remate el único intento entre los tres palos fue un tímido cabezazo de Unai. El resto, una colección de centros laterales que eran pan comido para Rajkovic. El único que lo intentó por abajo fue Miguel Rodríguez en una ocasión, pero también sin éxito. En definitiva, un 72,3 % de posesión para nada.

El segundo tiempo fue otra historia. Las entradas de Carles Pérez y de Gonçalo Paciência le dieron otro aire al Celta, que salió con una marcha más y tuvo ocasiones para al menos salvar un punto pero le faltó acierto y terminó mordiendo el polvo ocho partidos después.

El catalán le dio profundidad a la banda y el luso criterio en la punta. Una dejada suya dejó en inmejorable situación a Iago Aspas, pero el moañés no controló el esférico y perdió la ocasión. Después comenzó la colección de balones colgados, aunque la ocasión más clara llegó con un zambombazo de Tapia que terminó en el larguero. El peruano fue el último cambio, en el 75, cuando Carvalhal ya había quemado en vano todas las naves en busca de un gol imposible.

El Mallorca, ultradefensivo y sufridor, no solo dejó al Celta en blanco, sino que incluso pudo matar el partido con dos lances de balón parados con sendos remates de Hadzikadunic que salieron fuera por poco. La derrota desconecta por el momento a los vigueses de la pelea continental y le hacen volver la vista a la tarea primordial de la permanencia, máxime teniendo en cuenta que el sábado toca visita al Bernabéu.

Ficha técnica:

0 - Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Aidoo, Unai Núñez, Javi Galán (Cervi, min.63); Miguel Rodríguez (Carles Pérez, min.46), Beltrán, Gabri Veiga (Larsen, min.63), Luca de la Torre (Tapia, min.74); Aspas y Seferovic (Paciencia, min.46).

1 - Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Raillo, Valjent, Hadzikadunic, Lee Kang In; Sánchez (Kandewere, min.81), Ruiz de Galarreta, Morlanes (Babá, min.71), Amath; Muriqi.

Gol: 0-1, m.21: Amath.

Árbitro: Ortiz Arias (comité madrileño). Expulsó al capitán celeste Hugo Mallo por doble amonestación (min.90). Además, amonestó a Morlanes (min.60) por parte del Mallorca.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 29 de la LaLiga Santander disputado en el estadio de Balaídos ante 13.577 espectadores.