El Celta valora hacerle ficha con el primer equipo a Carlos Domínguez la próxima temporada

GRADA DE RÍO

RC CELTA

La salida de Murillo y la probable cesión de Fontán elevarían al canterano, que ha convencido a Coudet, en verano

11 feb 2022 . Actualizado a las 08:12 h.

Estar en lugar preciso, en el momento indicado, y haber aprovechado con creces sus oportunidades, logrando la confianza de Eduardo Coudet. Esa es la mejor carta de presentación que guarda ahora mismo en el bolsillo Carlos Domínguez, que hoy cumple 21 años, y ha convencido también a la parcela deportiva celeste como activo de futuro próximo. Tanto que el club pretende adelantar su concurso con el primer equipo, a todos los efectos, a la próxima temporada. Carlos, que renovó su vínculo con el club hasta el 2026 el pasado enero, tendría todavía el próximo año ficha con el filial, pero en el Celta son muchos los convencidos ya de firmársela con la primera plantilla. El central viene entrenándose ya a las órdenes de Coudet durante todo el curso.

El premio para Carlos Domínguez llegaría con el adiós de Jeison Murillo y una probable cesión de Jose Fontán, que el club desestimó en el mercado invernal, por petición expresa del técnico, pero que probablemente estudiará de nuevo al finalizar la temporada, vista la escasa participación del arousano, desplazado también por Carlos de su posición de central zurdo.

El futuro de Araujo, en el aire

La baja de Murillo —su última contratación ya no convenció a todos los técnicos en sus informes— se da por segura, una vez que el rendimiento del colombiano está lejos del pretendido y su ficha es elevada. Con estas variables, el Celta, además de incorporar a Carlos Domínguez, tendría que acometer la contratación de otro central. La continuidad de Aidoo —salvo oferta irrechazable— se da por hecha, una vez acometida su renovación, y más incertidumbre se cierne sobre el futuro de Néstor Araujo, una vez que entrará la próxima temporada en su último año de contrato.

El propio Carlos Mouriño expresó abiertamente el pasado agosto la posición del club respecto a los futbolistas que llegan al final de su contrato sin haber llegado a un acuerdo para su continuidad: «Sabéis que cuando un jugador no renueva en el último año de contrato tiene difícil jugar en el Celta». Con esa premisa, el internacional mexicano, que ya estuvo en el pasado mercado estival en la órbita de equipos de su país, deberá resolver su situación contractual en los próximos meses. El Celta tiene previsto presentarle una oferta.

Mallo y Kevin también terminan

En la misma situación que Araujo se encuentran los dos laterales diestros de la plantilla. Tanto Hugo Mallo como Kevin Vázquez concluyen su contrato en el 2023. El capitán, que aspira a completar su carrera como futbolista de un solo club, dejó claro que su intención es la de renovar.

«Con el Celta tampoco tengo mucho que hablar. En el momento en el que haya una reunión, se puede cerrar muy fácil porque yo soy de aquí y se lo debo todo al club. Hay dos partes y tendríamos que estar de acuerdo las dos. De todas formas, yo conozco bastante el club y no creo que eso fuera un problema, tanto para ellos como para mí», expresó hace apenas unas semanas el de Marín, que cumplirá 31 años en junio.

El futuro de Kevin Vázquez presenta más dudas. Cumplidor y resolutivo siempre, a la sombra de Mallo, el club optó por cerrarle la puerta el pasado verano, cuando el Elche se interesó en un modesto traspaso. El propio Fran Escribá, que conocía al jugador de su experiencia previa en Vigo, sondeó esa posibilidad. «No es fácil suplir a Hugo y no estoy teniendo la continuidad que me gustaría», confesó el futbolista en noviembre. El club desestimó su marcha tras haber negociado la cesión por una temporada de Sergio Carreira al Mirandés. En su hipotético regreso estará también el futuro de Kevin.

El don del actor que no estaba en el reparto

El día de la grabación de la memorable campaña promocional del Celta, «El partido jamás visto», que enfrentaba a un equipo de canteranos contra otro de sudamericanos y terminaba con Iago Aspas encima de una batea, Jose Fontán sufrió un golpe durante el entrenamiento y acabó en una clínica. En el guion inicial, el arousano iba a ser el compañero de Hugo Mallo y de Brais Méndez a bordo. Su obligada baja situó a última hora a Carlos Domínguez en el barco.

Es solo una anécdota que refleja también el don de la oportunidad que ha tenido Carlos con el primer equipo. Al final de la pasada temporada, la rotura en el muslo izquierdo de Murillo, unida a los problemas físicos puntuales de Aidoo y Araujo, y a la baja por covid de Fontán, llevaron a Domínguez —inédito hasta entonces— al once titular en las cuatro últimas jornadas de Liga. Lejos de desentonar, completó todos los encuentros y rindió a buen nivel.

Carlos Domínguez partía al inicio de esta temporada, fuera del reparto, como el previsible quinto central. Con Murillo todavía sin regresar —lo haría coincidiendo con el cierre del mercado— el vigués fue titular ya en la jornada 2, en El Sadar, ante Osasuna. Fontán estaba lesionado, Aidoo arrastraba molestias, y Coudet le dio la titularidad a Carlos. El partido acabó sin goles. Tres jornadas después, tras la derrota en Balaídos contra el Cádiz, Coudet tomó la decisión de relegar a Fontán en la competencia por la plaza de central zurdo y desplazarlo al lateral, a la sombra del incombustible Javi Galán. Lo empezó a demostrar solo una semana después, en el Ciudad de Valencia, ante el Levante. Domínguez saltó al césped para jugar el último cuarto de hora. El Celta ganó y volvió a dejar su portería a cero.

A la vuelta del parón navideño, con buena parte del plantel bajo los efectos del covid, Coudet tuvo que tirar de ingeniería para disponer un once en el Villamarín frente al Betis. Aidoo jugó de lateral derecho. Okay, de central. Y, a su lado, Carlos Domínguez. El Celta ganó con solvencia. El equipo volvió a no encajar gol.

La pasada semana, Araujo llegó con mucho desgaste de su periplo internacional con México. Murillo, que recibió un golpe durante una de las sesiones de entrenamiento, no estaba en plenitud de condiciones, y Coudet volvió a tirar de Carlos Domínguez en el once frente al Rayo, formando pareja con Aidoo. El Celta ganó. La portería, una vez más, se quedó a cero.