La corporación municipal experimentó poco después cambios importantes. Mariño perdía la alcaldía de Vigo en favor de Corina Porro, del PP, y se cerró toda posibilidad de llevar a cabo el proyecto de reconstrucción asociado a un centro comercial y un hotel. El Concello descartó la recalificación de los terrenos y, a partir de ese momento, la directiva de Horacio Gómez comenzó a valorar otras posibilidades. Por primera vez, el Celta valoró la posibilidad de construir un estadio en otro ayuntamiento.