El moañés reveló que ya arrastraba molestias en la zona
06 dic 2021 . Actualizado a las 20:53 h.La buena noticia y la primera mala llegaron juntas anoche en Balaídos para el Celta. Iago Aspas marcaba a los once minutos el primer gol del encuentro, pero de sus gestos en la celebración se deducía enseguida que algo raro pasaba. En primer lugar, se apresuró a quitarse la camiseta para forzar la quinta amarilla y, acto seguido, se tiró al suelo dejando claro que tenía algún problema físico.
Aunque trató de seguir sobre el terreno de juego, poco después se hacía efectiva su sustitución por Renato Tapia. Según informó el club durante el descanso del partido, el moañés sintió una molestia en el aductor derecho. En función de su evolución, se le realizarán pruebas para determinar el alcance del problema. Será mañana, martes, dijo luego el jugador en declaraciones a Movistar.
El moañés reveló que ya venía sintiendo molestias en la zona afectada y contó lo que había vivido. «En el disparo, al estirar la pierna, pensé que me había roto. Se me fue la pierna hacia adelante y con el impulso de darle fuerza con la puntera, ahí lo noté», relató el máximo goleador del Celta, añadiendo que todavía no tiene idea del alcance de la lesión. Le duele tener que parar en un momento en que siente que había vuelto a encontrar su fútbol.
Además, habló sobre el hecho de quitarse la camiseta, lo que le costó la quinta amarilla y la sanción para un partido que todo apunta a que se va a tener que perder sí o sí por sanción, frente al Mallorca el viernes. «No me ha dado tiempo a pensarlo, fue con el ímpetu de la celebración. Es una pena no poder estar con mis compañeros», argumentó.
Dejando al margen su problema físico, el céltico reflexionó sobre la situación del equipo. «Tranquilo no estás después de una derrota en un partido en el que teníamos muchas expectativas de poder salir de la zona baja. Los fallos nos han costado el partido y ellos, sin ser superiores, han entendido mejor lo que requería el partido y lo han llevado a cabo», analizó.
Admitió que «por supuesto» que duele especialmente tener un bagaje tan pobre en casa. «Queremos dar los máximos puntos a nuestra gente, que nos apoya en el día a día, y sobre todo en Balaídos. Es una pena, hemos merecido mucho más, pero fallos individuales nos están matando», ahondó.
En cuanto a Eduardo Coudet, recalcó que están «a muerte» con él. «Lo demostramos el año pasado cuando vinieron momentos malos. Hay que incidir en lo que estamos haciendo, estamos muy cerca para volver a la victoria», dijo.
