Un meteoro vigués en Liverpool

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

LIVERPOOL FC

En once meses Stefan Bajcetic pasó del sub-16 a entrenar a las órdenes de Klopp, superando dificultades y demostrando una mentalidad que encandila a los técnicos

27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó con 16 años, pasó por el sub-16; luego, por el sub-18, con el que debutó en la Youth League; más tarde, accedió al sub-23, con el que jugó cuatro partidos; la semana pasada, compartió vestuario con Thiago Alcántara en el primer equipo del Liverpool y, de por medio, una convocatoria con la selección española sub-18. Superando una pequeña molestia en el tobillo y pasando el covid. Así fue el primer año de Stefan Bajcetic Maquieira (Vigo, 2004) en la escuadra de Anfield. Además, al cumplir 17 años pudo hacerse efectivo el contrato profesional que tenía apalabrado desde que cambió el Celta por el equipo británico en diciembre del pasado año.

El vigués, entonces central y ahora mediocentro, llegó al Liverpool con un plan determinado que comenzaba en el equipo sub-16, el que le correspondía por edad, pero enseguida fue derribando barreras, superando todas las cribas hasta ponerse a las órdenes de Jürgen Klopp. «Fue la semana pasada, tenían muchas bajas por la ventana de selecciones y ellos suelen hacer esto con muchos jugadores, no solo con Stefan», comenta su padre Srdjan Bajcetic, exjugador del Celta y técnico del segundo filial céltico en la actualidad.

El primer día fueron siete los que entrenaron con el primer equipo para completar el grupo, pero al segundo solo quedaban dos y así toda la semana. Bajcetic era uno de ellos. «Está muy contento, pero es un desarrollo normal. No es nada que no hagan otros equipos. De hecho, aquí les pasa a los juveniles del Celta, pero como es el Liverpool tiene más visibilidad», apunta su padre restándole importancia. No obstante, la cultural del fútbol inglés es menos ambigua y las apuestas por los jugadores emergentes son mucho firmes que en otras latitudes. La filosofía de los clubes de la Premier es que los jugadores exploren sus límites en vez de acomodarse. No les importa adelantar los procesos.

Buenas migas con Thiago

En esa semana el joven vigués conoció personalmente a Thiago Alcántara, que lo acogió de la mejor manera y con quien estableció una buena relación. Dos futbolistas iniciados en el Val Miñor (Stefan llegó al Celta en benjamines, la primera categoría de la factoría celeste) compartiendo vestuario en el Liverpool.

Stefan Bajcetic salió de casa con dieciséis años después de descartar a varios equipos de la liga española. «Hubo interés de clubes en España, pero nosotros nunca quisimos hablar ni nada. Lo que le ofrecían, y no hablo de dinero, lo tenía en el Celta. Si no llega a salir nada de Inglaterra en este caso, se hubiera quedado aquí», dice su padre, porque además de la oportunidad deportiva la familia tuvo en cuenta también de desarrollo de Stefan como persona así como aprender otro idioma y vivir una experiencia única. «Eso lo valoramos más que otra cosa», dice Srdjan.

Como el resto de canteranos del Liverpool, y de la mayoría de los clubes ingleses, los jóvenes no viven en una residencia, sino con una familia contactada con el propio club, que se encarga de abonar los gastos, un ambiente que le ayudó a integrarse desde el primer día. «Se adaptó bien, sabíamos más o menos a dónde iba y cómo lo iban a tratar, todo lo que necesita lo tiene ahí», matiza su padre sobre la adaptación a su nueva vida.

Desde su llegada a Inglaterra, el excéltico, con un físico imponente y 185 centímetros de estatura, demostró su carácter competitivo y una mentalidad de hierro, el aspecto que más ha sorprendido al staff técnico, también «calidad en el pase y capacidad para sacar el balón a la espalda», precisa el Liverpool.

Ni la molestia en el tobillo, ni el covid, ni la adaptación ni el cambio de central a mediocentro —«ha demostrado su versatilidad al operar como mediocampista de contención», dice el club— le hicieron perder el paso, y en cada salto de equipo que daba demostraba su personalidad. La firma del contrato profesional nada tiene que ver con este acelerón del vigués, sino que ya estaba pactado con anterioridad pero hasta los 17 años, que cumplió el 22 de octubre pasado, no podía ser oficial por normativa FIFA.

En su entorno están totalmente tranquilos con la nueva situación, repitiendo que las cosas en el fútbol pueden cambiar en cualquier momento y que entrenar con el primer equipo no garantiza nada, ni en el presente ni en el futuro. «No queremos ser una moda que dure un día, sino una realidad en el tiempo. Estamos hablando de un chico de 17 años», sentencia un allegado.