Cinco centrales, dos mundos en el Celta

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Murillo y Araujo se mantienen como fijos, mientras los errores pasan factura a Aidoo, Fontán y Carlos Domínguez, rebasados por Mallo como solución de emergencia

06 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La manida frase del manual del fútbol de que la defensa es una cuestión colectiva, en el Celta se hace más palpable que en ningún otro sitio. Los centrales están en el ojo del huracán, pero en la mayoría de las ocasiones como consecuencia de una mala presión del equipo en la salida de balón del rival, que después encuentra el campo abierto para montar el ataque y desnudar a los centrales.

A este apartado se le unen los errores individuales, y es aquí en donde aparecen dos mundos diferentes: los canteranos Fontán y Carlos Domínguez desaparecieron del mapa tras sus respectivos fallos, lo mismo que el ghanés Aidoo. Ninguno de los tres ha vuelto a tener protagonismo y en los últimos partidos la solución del Chacho para los minutos finales ha sido llevar a Hugo Mallo hasta el centro de la zaga para darle el carril a Solari.

Carlos Domínguez fue el primer damnificado. En la segunda jornada cometió un ingenuo penalti sobre Kike García (le tocó en la cara, presumiblemente fuera del área, pero el VAR lo validó). Desde entonces, solo disputó 13 minutos en la recta final del partido ante el Levante cuando entró en el campo para jugar con una defensa de tres centrales.

Sin minutos en el filial

Quedarse sin protagonismo en el primer equipo no ha significado para Carlos volver al filial, con el que tiene ficha. El central vigués continúa en la dinámica del primer equipo mientras que Álex Martín y Javi Castro, que están dando un excelente nivel, se han consolidado en el B. Esta semana, con Álex Martín sancionado por cinco amarillas, podría tener de nuevo protagonismo, pero por el momento con Carlos se repite la historia de la temporada pasada con Gabri Veiga y Miguel Rodríguez. Inéditos en todos los sitios.

El error de Fontán, señalado en este caso por el propio Coudet en su análisis posterior, llegó en la cita ante el Cádiz. El central de Vilagarcía provocó otro penalti evitable (un empujón en la frontal del área sin que el rival tuviese alguna opción de disputar el balón) y desde entonces no ha disputado ningún minuto más. Incluso en aquel partido ya había sido relevado en el descanso.

A diferencia de Carlos Domínguez, Fontán ya tiene ficha del primer equipo y por lo tanto, no existe la posibilidad de poder jugar en el Celta B, algo que tampoco hizo la temporada pasada.

Aidoo: velocidad y pifias

La pifia de Aidoo, bastante grosera como casi todas las suyas, llegó ante el Athletic de Bilbao. En un balón sin aparente peligro, en vez de sacarlo fuera del campo o cederlo al portero, al que tenía de cara, optó por intentar jugarlo y terminó por perderlo ante la presión de Sancet e Iñaki Williams finalizó la jugada en gol. Era la tercera jornada de liga y desde aquel fallo el ghanés solo disputó un minuto en el Bernabéu, con el marcador 5-2.

Aidoo, por condiciones, debería estar llamado a la titularidad. Es el más rápido de todos los centrales, ideal para el tipo de juego del Celta, pero sus fallos pesan más que su explosividad y en su tercer año en Vigo sigue muy lejos de convertirse en fijo para ningún entrenador.

Por el momento, Murillo y Araujo, los dos centrales de confianza para Coudet, se mantienen inmunes a los fallos. El colombiano lo ha jugado todo desde su llegada (cinco partidos), combinando partidos de buen nivel, especialmente ante el Levante, con otros más discretos, y Araujo fue titular siempre salvo en un partido en donde estaba tocado. Es el central más utilizado y seguramente el más regular.

Los dos fueron los centrales en Elche en un partido con muchas licencias y ahora está por ver si habrá cambio de tendencia ante el Sevilla al regreso tras el parón, pero parece difícil.