El Alavés está inmerso en una racha bastante negativa, aunque dejó buenas sensaciones en el partido ante el Atlético de Madrid, y el Celta debería sacar por lo menos un empate para seguir disfrutando de una situación de privilegio con respecto al descenso.
La situación de los vitorianos, que inician el partido como colista, es un arma de doble filo. Puede ser una motivación para el Alavés, que afronta el partido como una final y eso lo puede convertir en peligroso y si el partido les va de cara puede ser un subidón, pero si el Celta es capaz de golpear primero, es muy probable que a ellos les pese. La clave va a estar en la áreas, los celestes seguro que van a tener ocasiones y si es capaz de ser efectivo ante un Alavés que defensivamente no está en su mejor momento, creo que tendría mucho hecho. Si el Celta golpea primero, va a ser difícil que el rival se levante del palo.
El juego aéreo será uno de los puntos importantes del partido y por este tipo de juego el Alavés es uno de los equipos que peor le van al Celta en cuanto a juego. Históricamente, los Celta-Alavés son partidos igualados y si a eso le añadimos que el equipo vigués no ha sido capaz de ganar allí en Primera División, nos da una buena referencia de la dificultad que entraña el partido. No obstante, ya sabemos que las estadísticas están para romperse y si el Celta quiere tranquilidad, este es uno de los partidos señalados en el calendario para conseguirla.
En contra del Celta en esta ocasión juegan las bajas. Coudet pondrá un once de total garantías y si nada se tuerce, mantendrá en el campo a jugadores habituales, pero si hay que rectificar durante el partido, el equipo parte en clara desventaja. El portero suplente se subió a la convocatoria casi sin ducharse tras el encuentro del filial. En materia de cambios el equipo va muy mermado.