«Huye de las largas conducciones, no es un velocista, pero sí destaca por su potencia. Esa fortaleza la deja ver en los duelos ofensivos, en los que va muy bien al choque porque tiene una condición física robusta y un tren inferior fuerte. Aporta, además un notable trabajo sin balón», añade Romá.
Una grave lesión de rodilla
En los últimos años el peso de Solari en Avellaneda se vino a menos por las lesiones. Sufrió una gravísima en el ligamento anterior cruzado de su rodilla derecha que lo tuvo en el dique seco. Solari sellará su pasaporte italiano en Vigo para reencontrarse con Coudet, que fue quién solicitó su presencia, y competirle una plaza a Brais Méndez.