Las expectativas que generó el regreso de Denis Suárez al Celta fueron muy altas y, como no se están cumpliendo, quizás la decepción del aficionado es más grande de lo habitual, pero como ya vimos con Pione Sisto, no se puede dar nunca por perdido a un jugador.
¿Los motivos? Creo que más que un factor pueden ser una suma. Supongo que le afecta la situación del equipo porque seguramente en su cabeza se imaginó un Celta europeo y al mismo tiempo esta situación puede provocar que pierdas confianza en tu juego y a partir de ahí entras en una dinámica negativa que es complicado revertir. Ahora mismo entiendo que es un tema mental y físico, porque no está disputando los minutos que necesitaría.
Y al igual que la afición se formó una expectativas sobre Denis, seguro que Denis se imaginó un Celta diferente, con una situación personal distinta y se plantearía objetivo diferentes tanto colectivos como individuales, en este caso pensar en la Eurocopa con la selección y ahora no es una cosa sola la que tiene que cargar en la mochila del desánimo, sino que es la suma de varias y eso pesa mucho.
¿La decisión del entrenador? Más información que Óscar no la tiene nadie, y además no creo que existan muchos entrenadores más cercanos que él a la filosofía Barça, en donde Denis pasó los últimos años, por lo que si piensa que no debe participar es por el bien del equipo y del propio futbolista, que intentará de alguna manera que reaccione. Seguro que habrá un punto de inflexión porque el talento, el entendimiento del fútbol y el sentimiento celtista no creo que haya muchos en la plantilla que puedan destacar por encima de él.
