Un Celta atrapado en el tiempo

JULIO ÁLVAREZ-BUYLLA

GRADA DE RÍO

lof

14 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos minutos finiquitaron un partido en el que los vigueses en un ejercicio de memoria nos recordaron todos aquellos problemas que le han llevado hasta la situación actual. Cualquier flashback del pasado nos podría valer para explicar el partido de ayer. Aglomeración de jugadores de ataque por dentro y la falta de orden e intensidad defensiva fueron a grandes rasgos los protagonistas de un guion excesivamente repetido durante todo la campaña y que desde hace algunas semanas parecía haber quedado para los resúmenes de fin de temporada. Con la salvación virtual, que no real , el Celta ya no es que deba salvarse el sábado sino es que además tiene que hacerlo ofreciéndole a la afición una victoria. A diferencia de lo ocurrido este domingo, una victoria propia con la que celebrar la salvación.

La clave

Hechos repetidos

Ganar atacando bien pero defendiendo mal o ganar atacando mal pero defendiendo bien aunque es cierto que es posible, el fútbol es casi el único deporte donde no siempre gana el que mejor juega, pero es difícil. El domingo el Celta volvió a atascarse en ataque (apenas generó dos ocasiones de gol a balón parado) y volvió a defender mal, concediendo al rival las ocasiones claras y suficientes para tomar ventaja. Como antaño, los dos interiores se empecinaron en jugar por dentro sobrepoblando el centro y desdeñando las bandas. Bandas que además echaron en falta el repliegue de los interiores, que durante los primeros minutos dejaron vía libre sobre todo por el carril derecho del ataque local. Por dentro los centrales prefirieron temporizar a anticipar dando un paso atrás y alargando el equipo para de esa manera exponerse al juego entre líneas de Muniain.

Las novedades

Cabral y Boufal

El once celeste presentó dos novedades importantes al caerse de él dos de los jugadores habituales en este mini ciclo de recuperación. Un Cabral que desde su regreso se empezaba a parecer más al de antaño que al del presente curso, había aportado a la línea defensiva ese punto de intensidad y veteranía del que adoleció gran parte de la temporada. Cuando pocos lo esperaban regresó el argentino y desde su llegada los números dicen que el equipo mejoró. También Boufal,en línea ascendente, se quedó fuera del once cuando estaba no ya solo más participativo y desequilibrante en el juego ofensivo, sino que además se mostraba mucho más implicado en el trabajo colectivo defensivo.

El sábado

Balaídos como punto de inflexión

Solo dos resultados improbables que no imposibles podrían alejar al equipo de la permanencia en la categoría. El Celta despide una temporada accidentada con la obligación moral de devolver a su afición 90 minutos de resarcimiento y agradecimiento. Con el pitido final… la reflexión.