El Celta se estrella contra el Zaragoza y se queda sin final de la Copa de Campeones

La VOz VGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El orden defensivo y la efectividad de los maños anularon a los vigueses en las semifinales del torneo en el que eran anfitriones

08 may 2019 . Actualizado a las 21:43 h.

La aventura del mejor juvenil de la historia del Celta en la Copa de Campeones terminó en semifinales (0-2). El equipo que el lunes había superado con solvencia al Tenerife se encontró con un rival que tuvo la fortuna de abrir el marcador nada más empezar el partido y supo proteger la ventaja para luego lograr el segundo en una acción aislada. Lo intentaron todo los célticos, que todavía tienen por delante el reto de la Copa del Rey en los próximos días. 

La semifinal de la Copa de Campeones comenzó de la peor manera posible para los intereses del Celta. Porque los vigueses se habían hecho con el balón en los primeros instantes y la primera posesión de los maños terminó con un golazo de Miguel Puche desde fuera del área tras un error de la zaga celeste y ante el que nada pudo hacer el guardameta celeste, Ruly García.

A partir de ahí, la prioridad de los zaragozanos fue proteger el marcador favorable, tomando todas las precauciones del mundo y haciendo que a los célticos les costara una inmensidad avanzar metros. Los de Jorge Cuesta tenían en balón, pero sus imprecisiones y decisiones equivocadas en los últimos metros, en parte propiciadas por el gran orden defensivo de los aragoneses, hacían que apenas llegaran ocasiones de peligro.

Desperdició el Celta varias jugadas ensayadas a balón parado que no salieron, con faltas botadas directamente fuera o córneres que no encontraron rematador. El Zaragoza se sentía cómodo esperando a la contra y así estuvo a punto de llegar el segundo a la media hora, con un primer disparo que rechazó Ruly y el segundo que se fue fuera por poco.  

En la segunda parte continuó la misma tónica por parte de un Zaragoza al que le valía el 0-1 y que no quería correr ningún tipo de riesgos, todo lo contrario que un Celta juvenil que salió a por el empate, pero que se estrelló contra el orden defensivo del rival, que apenas hizo concesiones.

David Álvarez tuvo una de las ocasionas más claras del segundo tiempo, pero su disparo, demasiado flojo, se fue directo a las manos del portero. Y mientras el Celta no era capaz de concretar sus ocasiones, el Zaragoza logró el segundo en la que era prácticamente su segunda ocasión del partido en una acción aislada. 

Con el 0-2, Cuesta movió banquillo y dio entrada a Aldán Naval por Tiago Rodríguez. Después entraría por Fontán Carlos Domínguez, que tuvo la más clara para los celestes a falta de diez minutos. Pero inevitablemente el cansancio y la desventaja comenzaron a hacer mella en un Celta cuyos canteranos se despidieron del torneo cumpliendo el sueño de jugar en Balaídos.