A su habilidad empieza a sumar sacrificio y fútbol sin balón, tareas pendientes
22 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Sofiane Boufal se presente esta tarde en el entrenamiento del Celta se encontrará por vez primera con Miguel Cardoso, el sustituto de Antonio Mohamed al que deberá convencer con su fútbol y su implicación, como hizo en los últimos tiempos con el Turco y con el seleccionador marroquí. Boufal, en los cuatro meses que lleva en Vigo, ha tomado nota de las parcelas que debía corregir, ha recuperado parte de la ilusión que había perdido, ha encadenado minutos y, de paso, se ha ganado de nuevo la convocatoria con la selección de Marruecos y los halagos de su responsable.
Fue el seleccionador del combinado magrebí, Hervé Renard, el que elogió al jugador del Celta tras las dos contiendas en las que participó durante el parón FIFA. «Estos son profesionales con un estado de ánimo que es notable. Vimos esta noche -por el martes-, además de sus diferencias de fútbol, ??a Sofiane Boufal sacrificarse por el colectivo cuando no tenía balón», comentó el preparador en referencia a la mejoría experimentada por el extremo en el plano menos vistoso del balompié. «Cuando un jugador con su talento es capaz de marcar las diferencias y, además, es parte del colectivo, entonces para nosotros es todo el beneficio», celebró Renard.
La calidad que atesora Sofiane Boufal es indiscutible. Tiene una habilidad privilegiada para fijar el balón a la bota y hacer movimientos que otros solo pueden imaginar. Pero también tiene algunas lagunas tácticas y sobre todo a su fútbol le faltaban grados de sacrificio e implicación colectiva cuando pisó A Madroa. Las palabras de Renard indican que en estas facetas va por el buen camino. El francomarroquí está más comprometido y tiene una mayor voluntad de mejorar y de implicarse en el trabajo del grupo. Tanto en el Celta como en su selección.
Sofiane comenzó la temporada ganándose apenas unos minutos sobre el tapiz verde. Estaba lejos de entender cómo respiraba el equipo y Mohamed tampoco le encontraba acomodo. Pero en las últimas cuatro jornadas logró la regularidad que necesitaba. Marcó su segundo gol de la temporada -al Sevilla- y encadenó titularidades frente a Alavés, Betis, Eibar y Real Madrid. No volvió a ver portería, pero sobre el campo dejó pinceladas de un fútbol más coral y de mayor entrega. Aunque la asignatura todavía no la tiene totalmente dominada.
Boufal ha comprobado que la puerta de la selección se abre desde el Celta y eso le dará un motivo más para dejarse la piel de aquí a final de temporada. La llegada de Cardoso pone el punto de incertidumbre ya que todos los jugadores parten de cero y deberán buscar acomodo en un sistema todavía por descubrir. 436 minutos, dos goles y una asistencia son hasta la fecha su carta de presentación, pero con eso no bastará para ganarse el puesto. Hoy comienza su nuevo reto. Volver a ganarse el once.