Dudas hasta en el camino

Lorena García Calvo
lorena g.c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Carla Cortes

La presencia ofensiva del Celta oscila enormemente en las bandas según el partido

11 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por dónde percute más el Celta? Pues depende del partido. Y mucho. A estas alturas, tras ocho encuentros oficiales, el equipo de Antonio Mohamed todavía no ha encontrado una vía clara para atacar a sus rivales. Si bien en el cómputo global la estadística habla de equilibrio entre la presencia ofensiva por el carril central y los costados, la letra pequeña tumba esta percepción. Solo el pasillo del medio parece inmutable partido tras partido.

La presencia del Celta en ataque por las bandas oscila tanto de un encuentro a otro, que es difícil encontrar un hilo conductor o una explicación. Ni tan siquiera en el sistema. Así, en el partido inaugural de la temporada los célticos inclinaron su ataque todo por la banda zurda, mientras que ante el Atlético de Madrid la mayor parte del peso ofensivo recayó en el costado derecho.

El trabajo y la posición de Pione Sisto probablemente explican que el 44 % del juego ofensivo del Celta ante el Espanyol se centrase en la zona izquierda. En ese partido solo el 25 % del ataque se generó desde la derecha, desde donde partía Brais con su tendencia a internarse. En el siguiente duelo, sin embargo, la peligrosidad de la banda zurda se desdibujó. El Celta solo atacó un 24 % por ese lado, 21 puntos menos que una semana antes a pesar de que seguía siendo territorio de Júnior Alonso y Sisto, que marcó. Probablemente la disposición táctica -un 4-4-2 de partida que se transformó en un 5-3-2- acabó pesando en los números.

Ante el Atlético prácticamente la mitad del balance ofensivo del Celta cuajó por la zona de Mallo, convertido casi en interior y al que arropaba Aspas de vez en cuando. En Girona se repitió la insistencia por el derecho, pero ante el Valladolid la dinámica dio otro vuelco. Juncà, lateral zurdo con alma de extremo, es posiblemente la explicación a que el 39 % del juego ofensivo se inclinase hacia la izquierda. Y lo mismo sucedió en Valencia -el 44 % - y frente al Getafe -el 38 %-.

Esos tres encuentros generaron cierta sensación de patrón repetitivo, con el ataque vigués claramente volcado hacia los dominios de Juncà y Sisto. Sin embargo, la visita a Sevilla volteó de nuevo la tendencia. Aun con Juncà y Pione en el terreno de juego, el costado zurdo ostentó solo el 26 % del peso ofensivo, disparándose hasta un 37 % la banda derecha.

Solo el pasillo central del ataque, con Iago Aspas y Maxi Gómez como referencias, se mantiene estable en cuanto a su aportación al equipo.