La conexión Moaña-Paysandú, en su versión 2.0

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Iago Aspas se estrenó como goleador y Maxi volvió a marcar y dio una asistencia

02 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago Aspas y Maxi Gómez tuvieron menos pretemporada que sus compañeros y todavía no están al cien por cien. Pero eso no impidió que ayer, ante el Atlético, volvieran por sus fueros para poner su firma a los goles del Celta y celebrar la segunda victoria del curso. Como en los viejos tiempos.

En tan solo tres jornadas, y aun asegurando que no se encuentra en plena forma, Maxi ya se ha aupado al podio de goleadores de la Liga gracias a dos tantos y dos asistencias. Se estrenó como goleador frente al Levante el lunes, y cinco días después volvió a presumir de definición ante las manos de Oblak. El charrúa conserva intacto el instinto que le convirtió en una de las revelaciones de la temporada pasada, y a eso le añade el crecimiento que ha tenido a nivel colectivo. Porque Maxi ya no solo remata, sino que cada vez participa más en el fútbol del Celta, se asocia mejor con sus compañeros y aporta más al grupo.

«Estoy muy contento porque se ganó, porque el grupo luchó hasta lo último y por el gol», expresó en Bein al término del duelo, insistiendo una vez más en que todavía no ha recuperado el tono. ««No hice una pretemporada que tenía que hacer con el grupo porque venía de una lesión contra Francia (en el Mundial), y me cuesta un poco más con el calor que había. Se notó un poco que estaba cansado, pero seguimos luchando y nos llevamos los tres puntos».

Maxi estaba feliz, lo mismo que un Iago Aspas que marcó su primer gol del curso. Lo hizo de cabeza en un partido en el que se mostró especialmente sacrificado. Corrió y peleó como el que más, y encontró el premio del gol justo un día después de llevarse el disgusto de la no convocatoria de Luis Enrique.

El pichichi español de las dos últimas temporadas inauguró su cuenta y, de paso, igualó el récord de goles de Gudelj y Mauro en Primera, al alcanzar la friolera de 68 goles, según recuerda Afouteza e Corazón. Como si no hubiesen pasado los meses, la dupla Moaña-Paysandú volvió a hacer vibrar a Balaídos.