Todos presionan a Maxi Gómez

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

LOF

El jugador mantiene su idea inicial de quedarse en el Celta, pero todos los actores implicados en la negociación para su venta al fútbol chino intentan convencerle para que acepte la propuesta

05 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Maxi Gómez vive días felices en el terreno de juego y difíciles en los despachos. El uruguayo mantiene su idea de permanencer en el Celta pese a contar con una mareante oferta para irse al fútbol chino, pero todos los actores que toman parte en el proceso están presionando para que el futbolista acepte y cambie de aires en el mercado invernal. Defensor, Celta y los agentes del atacante quieren vender, pero Maxi tiene la última palabra y por el momento no ha cambiado de idea.

 

Desde que se conoció la oferta del Beijing Guoan, Maxi siempre ha sostenido que su deseo era continuar en el fútbol español al que tan bien se ha adaptado en su primer año en Europa. Sin embargo, desde el día que trascendió que el equipo chino ponía 20 millones encima de la mesa del Celta, los dos clubes implicados en la operación y los agentes apostaron con decisión por hacer efectiva la venta. Porque el Defensor uruguayo, que vendió a Maxi en el verano por 4,5 millones de euros, ingresaría medio año después otros cuatro millones por el 20 % de los derechos económicos del jugador. El conjunto vigués ganaría en la operación 12 millones de euros en el mismo espacio de tiempo (una rentabilidad fuera de lo común en tan escaso margen de tiempo) y los agentes también sacarían tajada con su comisión.

En lo económico Maxi tampoco saldría nada mal parado, sino todo lo contrario, ya que la oferta que tiene sobre la mesa rondaría los cuatro millones en el momento de la firma del acuerdo y 20 más a dividir entre las cinco temporadas que estaría ligado al conjunto chino según informaciones que han ido trascendiendo en los últimos tiempos.

Tanto interés tienen las partes implicadas en cerrar el asunto que durante la semana pasada abogados del jugador uruguayo estuvieron en Vigo negociando con el Celta. Ese paso daba a entender que Maxi claudicaba a las presiones y que aceptaba su salida.

Pero la partida todavía no ha finalizado y por el momento Maxi Gómez sigue aguantando la presión y anteponiendo la parte deportiva a la económica. En este sentido Carlos Mouriño, el presidente del Celta, ya alertó de que hasta que el futbolista tomase una decisión definitiva el club nada tenía que decir. No obstante, admitió la existencia de la oferta, algo que ya hiciera un par de semanas antes el entrenador.

La idea del jugador es permanencer en el Celta al menos hasta final de temporada al interpretar que el escaparate de LaLiga le puede ayudar a entrar en la convocatoria de Óscar Tabárez para el Mundial de Rusia.

Además, el futbolista está viviendo una temporada espectacular en su estreno en Europa, marcando ocho goles en los 14 primeros partidos del campeonato. El último de ellos, el que sirvió para empatar en el Camp Nou el sábado.

El pulso entre los deseos de Maxi y el dinero chino debe resolverse antes del parón de Navidad, ya que una vez que se abre la ventana invernal de fichajes el Celta debe mover ficha para buscar un sustituto si finalmente el charrúa termina aceptando.

Mientras, Maxi se mantiene ajeno, al menos por su aportación en el campo. Unzué ha destacado en más de una ocasión la entereza y la profesionalidad con la que un joven de 21 años está afrontando todo el asunto. Aunque quienes le rodean no tengan en cuenta su felicidad.