El Celta se reencuentra con Berizzo asentando la nueva idea y remontando en Liga
18 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Al Sánchez Pizjuán le espera una tarde emotiva, aunque los sentimientos no pueden tapar las necesidades clasaficatorias de Sevilla y Celta. Solo una vez en la historia Eduardo Berizzo se enfrentó al equipo celeste, fue como futbolista con la zamarra del Cádiz en el 2006, en una contienda en Balaídos que acabó con 2-0 para el cuadro vigués. Doce años después el Toto vive la primera vez como entrenador rival cuando apenas han pasado cinco meses desde que puso punto y final a un trienio dorado en Vigo.
«Me enfrento a mis excompañeros, a mi exclub y a mis exjugadores y será un partido de emociones. He vivido grandes momentos y aprecio mucho a la gente con la que he trabajado. Será un placer disfrutar del partido y emocionarnos al volver a vernos», comentó en conferencia de prensa sobre su pasado celeste en la víspera del partido.
Berizzo se encontrará casi con su misma plantilla enfrente, pero con otras connotaciones balompédicas. «Este Celta es más cuidadoso del balón y elabora desde más atrás iniciando el juego con más detalle. El mío era quizás más dinámico, alocado y de ida y vuelta. Los jugadores son casi los mismos y el talento a veces prima sobre la idea de juego, pero en ambos casos están convencidos de la propuesta y tendremos que dominar a partir de lo que mejor hacemos, que es usar el balón con criterio», comentó el argentino.
En pocos meses el cambio fue importante. El Celta de autor que construyó el Toto pasará a la historia como un equipo valiente y de buen pie, pero con más directo y con menos elaboración. Ahí estriba la segunda principal diferencia con el conjunto de Unzué. La primera, las marcas individuales que ahora han abandonado por una defensa zonal, mientras en Sevilla el Toto se decidió por una fórmula mixta desterrando el uno contra uno a campo abierto que utilizó en Vigo durante tres años. «Conocemos a los equipos de Berizzo, son agresivos y tengo la sensación de que está en ese proceso de cambio. Estoy viendo en el Sevilla una evolución en su comportamiento y cada vez veo un equipo más parecido a los de Berizzo», indicó Unzué, que prevé una dura batalla con el balón como objeto de deseo entre ambos en un partido en donde los dos equipos necesitan acelerar en la Liga.
Porque los hispalenses retomaron el rumbo con una victoria ajustada ante el Leganés (aunque luego cayeron por la mínima en el Camp Nou), mientras el Celta dio un paso adelante marchándose al parón con una clara victoria ante el Athletic y ahora busca su segundo éxito consecutivo, algo que no sucede en Liga desde abril. La sorpresa significaría dar un salto a los ojos del hombre que invitó a derribar la puerta.
Cabral apunta a novedad en un once en donde podría tener cabida Guidetti
Unzué tiene un once tipo desde el partido de Liga de Ipurúa que solo está sujeto a pinceladas. En el último partido ese matiz fue la introducción de Andreu Fontás en la formación inicial, pero de cara a Sevilla el movimiento más lógico sería el regreso de Cabral al centro de la defensa para ganar en consistencia ante un rival con mucha pegada y atacantes desequilibrantes.
En ataque tampoco puede descartarse un movimiento en la posición de nueve por todo el ruido que rodea a Maxi Gómez tras conocerse la mareante oferta del fútbol chino y porque el charrúa perdió un punto de inspiración en los últimos partidos (no marca desde el 29 de octubre al Girona). Guidetti es la alternativa.
En cuanto al resto de la formación todo apunta a que serán los habituales. Con Hugo Mallo y Jonny en los laterales y Sergi Gómez en el centro de la defensa. El catalán se ha agarrado a la titularidad y a día de hoy es el primero en la lista de los centrales.
En el centro del campo comienza a ser clásica la apuesta por Lobotka como pivote defensivo, aunque para un partido de músculo no puede descartarse a Radoja, ya recuperado por completo. El Hernández y Wass son a día de los dos jugadores más importantes en el equilibrio.
En ataque nadie cuestiona que Iago Aspas y Pione Sisto se encargarán de las bandas, aunque el moañés cada vez se instala más en el centro.
Krohn-Dehli vuelve a una lista hispalense en donde no están Mercado y Correa
En la lista de convocados del Sevilla para el partido de esta tarde destacan las ausencias de los argentinos Gabriel Mercado y Joaquín Correa, que pese a que se habían recuperado de sus lesiones tienen descanso de cara al partido de Champions con el Liverpool. Tanto el defensa Mercado como el mediapunta Correa no jugaron antes del parón en el Camp Nou frente al Barcelona (2-1), pero ya llevaban varias sesiones de trabajo al mismo ritmo que sus compañeros.
Por contra, y con respecto a la convocatoria ante el Barça, la única alta en la lista de dieciocho es la del centrocampista Michael Krohn-Dehli, con pasado en el Celta y que había viajado a Barcelona pero sin llegar a cambiarse. El danés entra por el lateral izquierdo francés Lionel Carole.
Sigue sin entrar el centrocampista argentino Walter Montoya, además de los dos centrales lesionados, el argentino Nico Pareja y el portugués Daniel Carriço.
Emre Mor y Roncaglia, descartes al no estar todavía al 100 %
Aunque tanto Emre Mor como Facundo Roncaglia entrenaron con el grupo en la última sesión previa a visitar el Sevilla, ninguno de los dos entró en la convocatoria al no estar al 100 %. El tercer descarte, en este caso por decisión técnica, fue el meta Iván Villar. Brais Méndez se mantiene una semana más entre los elegidos.
Emre Mor parece estar ya en la puerta de salida después de perderse los tres últimos partidos del cuadro vigués y su reaparición podría suceder ante el Leganés o el Eibar en la Copa.
Lo mismo podría suceder con Roncaglia, que 40 días después está a un paso de recibir el alta tras una complicación de su dolencia. «En el transcurso de la lesión han tenido que cambiar los ritmos de la recuperación, han ido haciendo las pruebas pertientes, las resonancia y no daba la seguridad de que estuviese curada. El proceso fue más lento de lo que de inicio se pensaba», indicó el técnico.
Los vigueses viajaron a media tarde y ya pernoctaron en Sevilla, de donde regresarán tras el partido.