El Celta de Unzué siembra dudas

La Voz X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Los vigueses suman 11 puntos y acumulan cinco derrotas en 10 partidos, empeorando los registros de los tres últimos ejercicios y presentando números similares a los años del regreso a Primera

31 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta está en recesión. Sus números en las diez primeras jornadas de la temporada son equiparables a los dos primeros años del regreso a Primera División. Porque a estas alturas de campeonato los vigueses suman once puntos, cifra que solo supera ligeramente a las dos primeras campañas y que se sitúa muy por debajo de la cuenta de resultados del trienio del Toto Berizzo en Vigo. Además, los vigueses han perdido el 50 % de los partidos disputados en Liga, algo que no sucedía desde el otoño del 2013. Registros que en absoluto invitan a soñar.

El Celta también era un equipo en constante crecimiento en lo deportivo. Cuando regresó a Primera su travesía en el desierto apenas le duró un año y medio. En la campaña 12/13 a estas alturas había ganado tres partidos (Getafe, Osasuna y Sevilla) y empatado con el Deportivo en el derbi. Aquellos diez puntos fueron sinónimo de crecimiento y el equipo libró en la última jornada con el milagro del 4 %.

La estadística todavía empeoró en un punto al año siguiente con Luis Enrique (solo dos victorias sobre Betis y Málaga y ambas a domicilio). También las cinco derrotas. La diferencia con respecto al año anterior es que tras el parón navideño el equipo alcanzó velocidad de crucero y acabó en una posición cómoda en la clasificación. Unzué era el segundo entrenador de aquel cuerpo técnico.

Desde entonces, los tres inicios fueron sinónimos de buenas temporadas, especialmente los dos primeros. En octubre del 2015, tras diez partidos, el Celta era tercero con 21 puntos con seis victorias y tan solo una derrota (con el Real Madrid). Fue el curso que el equipo acabó sacando billete para Europa con el sexto puesto.

Un año antes se había quedado a las puertas tras un acelerón inicial de 19 puntos (también solo una derrota ante el Villarreal). Y el año pasado fueron 14, con cuatro victorias y dos empates. Ahí estriba la diferencia actual, pero en un curso en donde Europa ya no es ni el problema ni la solución y el equipo tiene semanas limpias para trabajar y preparar los partidos.

Línea de juego

El problema es que la frialdad de los números se ve acompañada de una línea de juego que también ofrece dudas. La mejor versión del Celta se vio ante la Real Sociedad y el Atlético de Madrid, partidos que acabó perdiendo, mientras que las abultadas victorias a domicilio de Éibar y Las Palmas dejaron más pegada que fútbol.A mayores, aparece el problema de Balaídos, con un solo triunfo que computar por el momento.

Los argumentos para la preocupación se completan con el calendario. Los 11 puntos se han conseguido ante rivales directos y al Celta le falta por enfrentarse a casi todo el ático.

 

Final de año ante equipos de la zona noble y con tres únicos partidos en casa

El calendario se empina para el Celta en los dos últimos meses del año, con enfrentamientos ante seis de los conjuntos de la zona media alta de la tabla y con únicamente tres partidos en Balaídos.

Porque la dificultad arranca el domingo con el visita del Athletic de Bilbao, un equipo que no pierde en Vigo desde hace catorce años y que se ha convertido en una de las bestias negras del conjunto celeste. A continuación, y tras el parón de selecciones, al equipo de Unzué le aguarda la salida a Sevilla ante el cuadro del Toto Berizzo para acabar noviembre con el Leganés, uno de los equipos revelación del campeonato.

Diciembre todavía será más duro, con dos salidas consecutivas ante los dos primeros clasificados: el primer fin de semana al Camp Nou y siete días después a Mestalla para medirse a un Valencia candidato a todo. El único partido de Liga de todo el mes en casa será el fin de semana del 16/17 de diciembre con el Villarreal como invitado. El derbi, en Riazor, pondrá el punto y final al 2017.

Con el calendario en la mano estarán en disputa 27 puntos de máxima dificultad para los vigueses, que necesitan suman para seguir manteniendo el colchón con respecto a la zona roja.