Duelo entre padre e hijo en A Madroa

GRADA DE RÍO

CEDIDA

El excéltico Manel Fernández entrena al Racing Juvenil que visita al Celta B, donde juega su hijo Manu Fernández Arroyo

20 oct 2017 . Actualizado a las 10:07 h.

Los dos tienen el corazón en parte celeste y en parte verde. Pero sus presentes están cada uno en un bando y las circunstancias han querido que padre e hijo se vean las caras, uno en el Racing de Ferrol y otro en el Celta, en el partido de Liga Nacional Juvenil que medirá a ambos clubes mañana. Los ferrolanos están entrenados por el excéltico Manel Fernández Anidos y con los vigueses juega su hijo Manu Fernández Arroyo; a su vez, son hijo y nieto de otro nombre con pasado celeste como Manuel Fernández Amado.

«Me dice que si marca un gol irá a abrazarme. ¡Yo le digo que ni se le ocurra!», exclama Fernández Anidos. Admite que la situación que se va a dar es «extraña» y que hasta hace no mucho tiempo no se le había pasado por la cabeza que se pudiera dar. «Siempre me tocó entrenarle, estaba acostumbrado a tenerle en mi equipo», comenta. Todo cambió cuando en el verano del 2016 el hoy futbolista del Juvenil B tomó la decisión de fichar por el Celta: «Está donde él quería», subraya su progenitor. Seguía así los pasos del propio Anidos y de Amado.

Durante estos días previos al partido los vaciles han sido constantes. La familia está dividida. «Todos querrían que pudiéramos ganar los dos, pero la verdad es que la madre tira más para el hijo», reconoce Anidos entre risas y con cierta resignación. Él también es celtista, pero se debe a su equipo. «Nosotros necesitamos más la victoria por la situación en la tabla. Lógicamente siempre quieres que tu hijo gane y le vaya bien, pero en este caso preferiría hasta que no jugase», comenta. Previsiblemente lo hará, porque está siendo un fijo para Claudio Giráldez.

En cuanto salió el calendario, Manu corrió a buscar el partido como si de un derbi se tratara. «Para él es muy ilusionante. En el equipo que dirijo siguen muchos amigos suyos. Es un grupo con el que llevo años, ya en las categorías inferiores, y del que él formó parte», indica. Por ese motivo, también recuerda que el juvenil céltico les conoce perfectamente. «Yo también he visto mucho al Celta, claro, pero él sabe cómo hacernos daño...», lamenta.

Ayer el entrenador de los juveniles ferrolanos escribía en su cuenta de Instagram sobre el partido. «Se nos va dar una situación que nunca se nos dio (...). Cada uno intentara ganar por nuestra competividad. Ojalá que  la victoria sea nuestra, pero pase lo que pase deportividad ante todo y que ganemos los verdes», escribía el padre. Fernández Arroyo no tardaba en responder: «Deseando ya que llegue el partido y que te quede claro que vamos a ganar nosotros». Luego su padre le seguía el juego entre risas:  «No lo verán tus ojos... Si no, duermes en la calle».

Para Anidos lo más importante es que Manu se ha adaptado a la perfección al equipo y está cumpliendo su sueño de ser celeste como su padre y su abuelo. «En verano le operó Cota por un desprendimiento en la rótula debido a que había crecido demasiado en poco tiempo, pero está bien, contento, feliz y adaptado al equipo al que él eligió ir», dice. Ante este contexto, el excéltico reconoce que será extraño ver a su hijo en el equipo contrario, pero también «muy bonito» ver el camino que ha escogido. Tras los pasos de los suyos.