El Celta, un trampolín internacional

GRADA DE RÍO

José Luis Cereijido

Su rendimiento en Vigo ha abierto a jugadores como Aspas o Radoja las puertas de la absoluta

04 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el último lustro el Celta se ha acostumbrado a sufrir el virus FIFA. Cada vez que los compromisos de selecciones entran en escena, el vestuario del primer equipo en A Madroa se queda en los huesos. En esta ocasión, siete -de veinte- son los futbolistas célticos convocados por sus equipos nacionales, y seis de ellos lo hacen con combinados absolutos: Aspas, Radoja, Lobotka, Mor, Sisto y Tucu, además del sub-21 Villar. En los últimos años el Celta se ha convertido en un trampolín internacional que tiene en Iago Aspas su ejemplo más claro.

El moañés, que el sábado presenció el triunfo de España sobre Italia desde el banquillo, vivió su estreno internacional con 29 años y directamente en la absoluta. Su temporadón en el Celta le franqueó las puertas de una selección con la que hasta su regreso a Vigo solo había soñado. Desde entonces el delantero, que debutó con 45 minutos y un gol en el mítico Wembley frente a Inglaterra, ha sido un fijo en las convocatorias, aunque asentarse en el once titular ya es otro cantar.

Más allá del caso especial de Aspas, lo cierto es que el prestigio que el Celta ha recuperado en los últimos años en el concierto internacional y el buen rendimiento que están sacando a la mayoría de sus jugadores ha hecho que las direcciones técnicas de las federaciones sigan cada vez con más interés a los jugadores celestes.

La primera vez que Nemanja Radoja recibió la llamada de la selección absoluta de Serbia ya llevaba dos años maravillando en Vigo. El centrocampista había disputado nueve partidos con la sub-21, pero no fue hasta el curso pasado cuando se estrenó con el equipo absoluto. Debutó en noviembre con 90 minutos frente a Ucrania en un once en el que solo había dos jugadores más jóvenes que él.

El sábado disputó su segundo partido con la absoluta y primero oficial (13 minutos contra Moldavia), tras entrar en la lista a última hora por la lesión de un compañero. Ya el pasado junio el seleccionador Muslin le había tenido en cuenta, pero unas molestias impidieron que se concentrase con su equipo. El nivel que rayó Radoja el curso pasado, con una Europa League notable, le ha colocado en la lista de seleccionables de su país, lo mismo que a un Pione Sisto que ya tiene más historial absoluto.

El debut del danés con la Dinamita Roja fue en septiembre del 2015 en la fase de clasificación para el Europeo. Entonces era solo un chaval que entraba en los planes de la sub-21 y que quería meter la cabeza en la absoluta. Fue en octubre del año pasado, en la clasificatoria para el Mundial, y con Pione ya ejerciendo de extremo en Vigo, cuando su presencia en el combinado nórdico comenzó a hacerse más habitual. Desde marzo el jugador, de 22 años, ha contado siempre para su seleccionador y la semana pasada, frente a Polonia, disputó por primera vez los 90 minutos de un partido oficial.

El estreno de Lobotka

La hornada de jóvenes futbolistas del Celta que están dejando atrás las sub-21 para pelear por un hueco en sus equipos absoluto tiene en Stanislav Lobotka a otro ejemplo. Jugó 27 partidos con la selección menor, y a sus 22 años el pasado fin de semana vivió su estreno en partido oficial con la absoluta de Eslovaquia. Lo hizo con una solvencia que recogió elogios y que da a entender que el fichaje del Celta puede tener un futuro prometedor.

Su estreno con el equipo absoluto había sido en un amistoso contra Austria en el 2016, pero desde entonces la sub-21 había acaparado su agenda. El exfutbolista del Nordsjælland tiene en el Celta más exigencia que en el fútbol danés y eso repercutirá en su rendimiento y en la atención que pueda prestarle su selección.

Hernández y Wass

Fue defendiendo la camiseta de O`Higgins cuando Pablo Hernández echó mano de sus raíces chilenas para responder a la llamada de la selección. Era enero del 2014 y unos meses más tarde recalaría en el Celta. Esa primera convocatoria, de hecho, no tuvo continuidad hasta que el argentino puso rumbo a Vigo. En octubre volvió a entrar en los planes de Sampaoli, pero luego se quedaría sin Copa América ni clasificación para el Mundial.

Hernández tuvo que esperar a la temporada pasada, cuando ya se paseaba con galones con el Celta por toda Europa, para encontrar continuidad internacional, aunque la titularidad sigue siendo capítulo aparte. Pizzi confió en él en la Copa Confederaciones, pero el rendimiento del Tucu sigue estando bajo la lupa cada vez que se viste de rojo.

Algo similar le ocurre a un Daniel Wass cuya relación con su selección podría calificarse de tirante. Debutó en el 2011 y en su expediente internacional hay altibajos. Entra en unas convocatorias, sale en las siguientes, y no encuentra con el equipo nórdico el protagonismo que tiene en Vigo. A pesar de que el rendimiento y el sacrificio del futbolista sobre el césped son enormes, con Dinamarca le cuesta. Quizás por falta de oportunidades o porque no encaja en el esquema.

El que no ha podido ser parte del combinado sueco esta fecha FIFA es un John Guidetti lesionado y que busca ser el heredero de Ibrahimovic. Se estrenó en la absoluta en un amistoso en el 2012, en el 2014 hizo un par de tímidos intentos de asentarse, pero fue cerrada su etapa en la sub-21, a partir de octubre del 2015 cuando el seleccionador nórdico comenzó a confiar en él. Para entonces ya vestía de celeste. Con más o menos oportunidades, Guidetti ya tiene su sitio en su equipo nacional.

Emre Mor, que maravilló en la Eurocopa, pugnará por ser protagonista con Turquía ganándoselo desde Vigo.