-¿Manejan datos sobre los kilos que un jugador puede perder en un partido?
-Hemos hecho algún estudio, sobre todo en entrenamientos tanto con el primer equipo como con el Celta B. Hay un rango variable que depende de la temperatura y la intensidad, así como del puesto, pero se valora que entre 10 y 20, y hasta 25, mililitros por kilo y por hora de entrenamiento. Eso significa que en un entrenamiento normal, alrededor de 1,5 litros, y en uno intenso, pues pueden pasar de los 2 y 2,5, e incluso de los tres litros. Y lo mismo en un partido. Dos kilos o 2,5, fácilmente. Por eso en previsión ya les damos una pauta de lo que tienen que beber antes, durante y tras el encuentro. Interiorizar esas necesidades cuesta a veces un poco más en los jugadores que vienen de países cálidos porque tienen un grado de adaptación al calor mayor; los nórdicos se adaptan más rápido a la necesidad de beber para estar bien hidratados.
-En su momento, con la llegada de Berizzo el equipo incrementó entre un 5 y un 10 % su consumo energético. ¿Tienen datos de cómo ha cambiado con Unzué?