En aquella ocasión, hace ahora un año, el club que preside Carlos Mouriño apostó fuerte por Pione Sisto, por el que abonó una cifra que rondaba los cinco millones de euros. Mucho más modestos fueron los desembolsos por Álvaro Lemos -hoy cedido en el Lens- y José Naranjo -desvinculado en el mercado de invierno tras apenas medio año en el equipo-, que costaron alrededor de un millón cada uno. Roncaglia llegó libre y Rossi lo hizo con una fórmula de cesión que también implicaba coste cero.
El año anterior, el gasto celeste que ahora se dispara en la comparación había sido similar al del 2016. La gran apuesta había sido un Iago Aspas que costó 4,9 millones mientras que por Daniel Wass hubo que poner encima de la mesa 1,7 y por Dejan Drazic -reconvertido ahora en futbolista del filial dos años después-, 1,1. En aquel mismo mercado había llegado libre John Guidetti.