El armario donde caben desde Karpin a Welliton

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Luz Conde

Miguel Caride es coleccionista de camisetas del Celta

07 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 30 años y en su armario celeste incluso una camiseta de la década de los 60. Es una de las algo más de cien prendas del equipo que el vigués, aficionado y socio del Celta Miguel Caride tiene en su colección, emprendida tres años atrás y que se nutre de donaciones de jugadores o aficionados y de camisetas que adquiere. «Empecé coleccionando de cualquier equipo, comprando en cada ciudad a la que viajara», rememora. Pero aquello era abarcar demasiado y qué mejor que centrarse en su equipo.

«Empecé cogiendo los modelos normales, pero una vez que vas avanzando siempre quieres un poco más. Llega a tus manos alguna usada por un jugador y así vas poco a poco aumentándolas», comenta. La más antigua de su armario llegó a él a través de un coleccionista brasileño. «Tiene el escudo sin corona, y como una especie de rombo. No he podido saber de qué año es exactamente, pero calculo que alrededor de 1965», estima Caride.

Es una fórmula habitual una vez que están en este mundillo tener contacto con otros coleccionistas de otros equipos que se avisan entre ellos cuando saben de alguna oportunidad que les puede interesar. «Me creé una página de Facebook y otra de Instagram. Te vas conectando con ellos y nos vamos avisando, etiquetando en fotos... Así di, por ejemplo con una de Denis Suárez y con otra de Sánchez», revela.

Dedicadas

También aprovechó las recientes visitas a la ciudad de otros ex como Karpin, Catanha o Pablo Contreras para que le dedicaran asimismo sus elásticas. Y a Juanfran, cuya mujer es viguesa, se lo encontró recientemente de manera casual y aprovechó la ocasión. Distinto es el caso de Fontás. «A la que le tengo más cariño es a una que me dio a pie de campo en el Ámsterdam Arena».

De la actual plantilla también tiene camisetas usadas de otros jugadores como Sergio, Pione, Rocaglia, Radoja, Cabral o Marcelo. Iago, del que tiene unas botas, es una asignatura pendiente. «Están tan solicitados que dudas si coméntarselo, porque hay mucha gente que se lo pide», valora. Mazinho y Míchel Salgado son joyas por incluir a una relación de jugadores representados en la colección de Miguel en la que sí figuran Mostovoi, Revivo, Makelele, Sylvinho, Rafinha, Orellana, Jordi Cruyff o incluso Welliton. «Tengo la del homenaje a Quinocho que se le hizo antes de crearse el trofeo, y la del homenaje a Alvelo, también la mayoría de las de UEFA y la de Champions de Milosevic».

Mientras algunas veces los coleccionistas le han pedido «una barbaridad», en otras ocasiones personas para las que no tienen valor se las han regalado. «Así conseguí una de la temporada 95/96 que el dueño usaba para pachangas con los amigos».

La colección le ha servido también para ponerse al día en la historia del Celta, como cuando llegó a sus manos una camiseta de Bursac que ni le sonaba. Está con el resto en un burro que se le queda pequeño. «Ni las lavo, si están machadas y se nota que son usadas, mejor», comenta. Para limpias las que usa para ir a los partidos, regalo fijo en cada cumpleaños, «un poco aburridos» del asunto. Para Miguel, esto no ha hecho más que empezar.