Cuando el 0-0 condujo al éxito

l. g. c. / x. r. c.

GRADA DE RÍO

Fermín Hortas
Fermín Hortas Santi M. Amil

Cádiz, Cangas y el Calderón, los tres precedentes para hacer bueno el empate sin goles

06 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol es más presente que pasado, pero a veces echar la vista atrás ayuda a tomar impulso. Por eso el Celta, este miércoles, podrá tomar como ejemplo otras tres eliminatorias de Copa en las que, empezando en Balaídos con un 0-0, fue capaz de seguir adelante en el torneo.

El ejemplo más reciente en el que el equipo del Toto Berizzo puede mirarse dista un año. La temporada pasada el sorteo quiso emparejar al Celta con el Atlético de Madrid en la eliminatoria de cuartos de final. El partido de ida, disputado en pleno enero en Balaídos, acabó con un 0-0 que lo fiaba todo para la vuelta. Y en el Calderón fue donde los celestes remataron la faena. Un doblete de Guidetti y un gol tan surrealista como efectivo del Tucu Hernández decantaron el marcador 2-3 a favor de los célticos para delirio de la afición. Solo el Sevilla, en semifinales, fue capaz de frenar el sueño copero.

Los dos antecedentes previos a los que pueden agarrarse los hombres de Berizzo son en blanco y negro: la primera ronda de la entonces Copa del Generalísimo de 1963 con el Cádiz como contrincante, y el primer paso de la Copa del curso 78/79 con el Alondras como rival.

La eliminatoria de 1963 arrancó en octubre en Balaídos con un partido sin goles para solventarse en diciembre con un 1-2 para los vigueses. El recorrido céltico por la Copa continuaría con la eliminatoria del Athletic (1-1 en San Mamés y 1-0 en Vigo) para cortarse después frente al Atlético de Madrid. El Celta arrancó en Balaídos con un 2-1 a favor que el 3-0 en el Calderón echó por los suelos.

En la campaña 78/79, tras el 0-0 en Balaídos, el Celta machacó al Alondras 0-4 en O Morrazo. Se deshizo después de Turista y Hércules para caer eliminado en los octavos de final por el Real Madrid.

Viñas: «Habíamos jugado un partido muy bueno»

Octubre de 1963. Un Celta que navega por Segunda División afronta la Copa del Generalísimo con el Cádiz como rival en primera ronda. En la ida, disputada en Balaídos, el equipo entrenado por Joseito no consigue tomar ventaja en la eliminatoria y lo deja todo para la vuelta. Una contienda en la que los celestes no fallan, como recuerda Agapito Viñas. «Habíamos ganado en la vuelta 1-2 y jugando un partido muy bueno en el que además creo que yo había sido uno de los destacados», rescata de la memoria el que fuera futbolista del Celta.

Agapito Viñas
Agapito Viñas XOAN CARLOS GIL

En aquel partido de vuelta Cantero, Pepiño, Zunzunegui, Las Heras, Rori, Politño, Zmorita, Pintos, Téllez y Albino habían sido los compañeros de fatigas de Viñas en el once. Y aunque los vigueses salieron a por todas, tuvieron que tirar de épica para superar la contienda y la eliminatoria. El gaditano Tobalo adelantó a su equipo antes de los veinte minutos y los célticos, por mucho que remaban, no encontraban el gol. Fue Téllez, en el minuto 82, el que igualó la contienda y Pepiño, en el 86, el que la rompió para los vigueses.

«Nosotros siempre salíamos a ganar, fuera el rival que fuera, unas veces te salía bien y otras no, pero la intención era siempre la misma. Teníamos un buen equipo, lo mismo que el Cádiz, y en Balaídos ninguno de los dos había logrado marcar. La vuelta había sido muy disputada», cuenta Agapito cuando echa la vista atrás. En vísperas del Alavés-Celta, el exfutbolista cree que en Mendizorroza espera «un partido muy complicado». Como el de hace 54 años en Cádiz.

Hortas: «Na ida fixeran moita resistencia, logo foi máis fácil»

«En Balaídos custáranos moito porque o Alondras fixera moita resistencia pero alí en Cangas foi moito máis fácil, porque eles tiveron que saír un pouco máis ao ataque, estaban máis abertos e foi máis doado». Quien lo dice es Fermín Hortas, portero del Celta en la primera eliminatoria de la Copa de la temporada 78/79, que recuerda cómo el Alondras se llevó un 0-0 de Balaídos para resolver los célticos en el campo de O Morrazo por un 0-4 que cortó cualquier posibilidad de sorpresa.

En aquel histórico partido oficial con el equipo de Cangas, que militaba en Tercera División, Laureano Ruiz apostó por un once integrado por Hortas, Suso, Pereira, Gelo, Canosa; Lago, José, Castro; Carlos, Mori y Senra. También tuvieron minutos Ademir y Toledo. Senra había marcado el primer gol a los 31 minutos y en el segundo tiempo marcaron Carlos y Mori, por partida doble. «Empezamos gañando e o partido púxose máis cómodo, porque eles tiveron que arriscar un pouco e para nós foi máis sinxelo».

Fermín Hortas no quiere establecer ningún tipo de paralelismo con aquella eliminatoria y la semifinal de Copa, pero ve al Celta capacitado para volver a hacer bueno el 0-0 como en aquel entonces: «Non vai ser doado. Será un partido difícil para os dous bandos porque os dous van estar moi motivados. O Alavés ten o factor campo, coa xente apoiando, pero o Celta está practicando un fútbol moi bo e é un equipo que hoxe por hoxe pode gañarlle a calquera. Confío e desexo que consiga o trunfo e pase á final, que sería algo moi grande para o club».