Un duelo a ritmo de tango sobre el césped de Balaídos

Lorena G. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

AGENCIA LOF

Berizzo entrena a un Celta en el que dejó huella como jugador y Simeone regresó a Madrid, donde era un icono futbolístico

08 sep 2016 . Actualizado a las 15:58 h.

Balaídos se prepara para un duelo con tintes argentinos. El que protagonizarán un Celta y un Atlético de Madrid que, de un tiempo a esta parte, han visto cómo el acento albiceleste se colaba en sus vestuarios. Eduardo Berizzo y Diego Pablo Simeone encabezan la lista de historias cruzadas que el próximo fin de semana se unirán en el coliseo céltico.

Las historias del Toto -con un cuerpo técnico con acento claramente argentino- y el Cholo son similares. Ambos se forjaron en el fútbol argentino y se abrieron las puertas del español. Berizzo entrena a un Celta en el que había dejado huella como jugador, y Simeone regresó a Madrid, donde era un icono futbolístico. Ambos habían coincidido en la selección argentina y ambos sonaron en los últimos tiempos para dirigirla. Los dos conocieron de primera mano la filosofía del Bielsa, si bien fue en Eduardo Berizzo en quien más cuajaron las lecciones del Loco. Cuando colgaron las botas, y antes de traer su propuesta futbolística a España, ensayaron en la pizarra de Estudiantes. El Toto solo un puñado de partidos. 

Pero si bien la relación entre el Cholo y Berizzo se ha ido debilitando en los últimos tiempos, más intenso es el vínculo que une al técnico celeste con Germán Burgos, el segundo de Simeone. Ambos defendieron los colores de River Plate entre 1996 y 1999 y estrecharon su relación en su etapa en la selección albiceleste. Muchas vivencias de las que también fue testigo Roberto Bonano. El ayudante del Toto también formó parte de aquel River campeón. 

Las dos historias de Cabral

También atesora en su memoria vivencias de vestuario un Gustavo Cabral que ha experimentado lo que es ser compañero, discípulo y rival de Simeone. El central del Celta coincidió con el entrenador colchonero en Racing de Avellaneda. El céltico estaba asentando su carrera y el técnico escribiendo sus últimas líneas. Pero algo debió de ver en el hoy defensor celeste Simeone, puesto que cuando tomó las riendas de River, lo incorporó al equipo. Ahora, Cabral vive lo que es estar en el bando opuesto, una experiencia que también comparte con Nico Gaitán. El centrocampista del Atlético y el céltico ya habían vivido duelos de rivalidad defendiendo los escudos de Boca y River, respectivamente.

Cabral y Gaitán no son los únicos albicelestes que pelearán por estar en el once de Balaídos y llevarse los puntos. En las filas viguesas Facundo Roncaglia y Pedro Pablo Hernández también hablan con cadencia argentina, mientras que en el bando madrileño Ángel Correa y Augusto Fernández integran el cupo de albicelestes.

En el caso de estos, la selección ha unido sus destinos. Roncaglia, Gaitán, Correa y Augusto estuvieron concentrados los últimos días con su selección y compartiendo vestuario y objetivos. La camiseta albiceleste les unió hasta ayer, y en un par de días se reencontrarán, pero para defender distintos escudos.

Si para alguno de ellos será especial el partido, será para Augusto Fernández, que hace un año vestía los galones de capitán del Celta y ahora lucha por minutos en el bando de Simeone. Es lo que tiene el fútbol. Está lleno de vidas cruzadas.