El chileno se ponía el reto de lograr su segundo ascenso consecutivo, que lograría
06 sep 2021 . Actualizado a las 09:41 h.2011: Había llegado de último, en la recta final del mercado del 2011, y no fue hasta e 6 de septiembre cuando Fabián Orellana fue presentado como nuevo futbolista céltico. El verdugo del equipo celeste unas semanas antes el play-off de ascenso contra el Granada comenzaba así la etapa que le llevaría a convertirse en héroe celeste y que se prolonga hasta hoy, aunque con un paréntesis de regreso a Andalucía, ya que inicialmente llegó a Vigo como cedido.
«Me hacía ilusión jugar en Primera, pero para mí esto no es un retroceso, sino una linda oportunidad de conseguir en lo personal un segundo ascenso, pero esta vez con el Celta», comentaba entonces. También quiso destacar que el equipo se quedó sin subir «por la suerte de los penaltis y no porque no tuvieran calidad» para lograrlo.
Con el tiempo, Orellana se convirtió en una pieza clave del Celta, aparte de en el único jugador no canterano que formaba parte del equipo en la temporada del ascenso y que continuba cinco años después. Sin embargo, un desencuentro con Eduardo Berizzo precipitó su adiós al equipo en el mercado de invierno del 2017.