La reconversión permanente del Celta

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Tras dos meses reinventándose, la salida de Augusto puede llevar a los celestes a jugar con tres centrales

02 ene 2016 . Actualizado a las 16:38 h.

El arte de reinventarse se ha apoderado del Celta. Desde hace un par de meses Berizzo, poco dados a las rotaciones, no ha parado de introducir elementos y variantes para tapar vías de agua sin que el equipo se resienta pese a las bajas por sanción y por lesión y por la precariedad numérica de una plantilla que en estos momentos solo tiene a 17 jugadores disponibles. En esta ocasión por la cabeza del argentino pasa la defensa con tres centrales, una solución que no utiliza desde el fiasco de Villarreal la temporada pasada. Pero pasando revisión a la tropa y a la espera de la recuperación plena de Radoja y de la llegada de ese jugador con jerarquía que supla al ya excapitán, parece la mejor opción para medirse a un Málaga que juega con dos delanteros, un aspecto que incomoda a nivel táctico el plan habitual de los celestes.

Por eso el Toto alimenta un plan que conllevaría un cambio de sistema, aunque no de doctrina. Con Cabral, Sergi Gómez y presumiblemente Hugo Mallo como centrales y con la premisa que uno de ellos, en este caso el catalán, se incorpore al medio campo con celeridad para mantener el trivote habitual en posiciones de ataque.

La estrategia tiene como principal objetivo que Wass y Hernández no sufran a la hora de ejercer de pivotes defensivos, un territorio mucho más complicado para ellos. Los dos pueden sacrificarse y han jugado hasta la fecha por delante de la defensa, pero con Augusto como escudero y con una pizca más de libertad de movimientos. Algo que el conjunto vigués no puede perder pese a quedarse sin su futbolista más destacado.

De esta forma, y dando por hecha la entrada de Planas en el lateral izquierdo (Jonny regresaría a la derecha), los célticos pasarían a jugar con una especial de 5-2-3, con dos laterales de largo recorrido. Una idea muy parecida a la que utilizó el argentino en enero del 2015 para empatar en casa ante el Valencia en una situación muy idéntica en cuanto a efectivos.

«Necesitamos en el campo 10 jugadores que pasen de una formación a otra. Una clave del partido para pasar a una defensa de tres, cuatro o cinco, y el del medio», explicó Berizzo a modo de jeroglífico. De ser así, en ataque serían fijos Orellana y Aspas y presumiblemente Bongonda tendría continuidad en el lado izquierdo, aunque son muchos los que están esperando que Señé pueda tener otra oportunidad.

Dos piezas angulares

Porque más allá de los cambios, el Celta ha perdido a sus dos jugadores angulares en el plazo de cuatro meses. Antes del verano se temió por la apocalipsis por el adiós de Michael Khron-Dehli. Ahora ya es historia su escudero Augusto Fernández y pese a todo, el equipo siempre ha mantenido el tipo y superando las expectativas.

Ahora Málaga marca un tiempo nuevo en un momento crucial de la temporada, con partidos por doquier y con la plantilla con solo 17 efectivos del primer equipo a la espera del alta de Fontás y Nolito, que ya hace trabajo de campo, y de la llegada del refuerzo que parece en camino para el centro del campo.

Arranque de año plagado de hándicaps en Málaga

El Celta no tuvo la mejor despedida del 2015. Con derrota, despidiendo a Augusto y saliendo de la zona Champions por segunda vez en toda la Liga al ganar el Villarreal su partido. Aspectos que en absoluto puede restar lustre a un año mágico que Berizzo y su tropa cuentan con mejorar en el 2016. Comenzando por el primer partido, rindiendo visita a un Málaga que ha pegado el estirón hacia la zona menos problemática tras encadenar tres victorias consecutivas en Liga y cinco jornadas sin perder.

Para los vigueses es la segunda oportunidad de poder igualar la mejor primera vuelta de toda su historia, cuando habían alcanzado los 34 puntos. Fue en la temporada 98/99, con una plantilla de campanillas.

Pero la contienda, ilusionante para mantenerse en de un modo firme en zona continental, no se presenta nada fácil. De entrada, porque el equipo de Berizzo llega casi sin tiempo para mascar su cuarta derrota del curso y con un único entrenamiento de por medio, y porque el Málaga, rival de turno, ha visto la luz en el último mes, desde que Camacho ha vuelto al equipo y Amrabat se ha pegado a la banda derecha. Claro que los andaluces están a punto de perder una pieza muy valiosa como el portero Kameni, después de que el Watford inglés tocase a su puerta con una suculenta oferta. Hoy podría ser su último partido en La Rosaleda.

Posicionamiento

Si el Celta se inclina al final por la defensa de los tres centrales falta por ver en qué punto marca la presión ante un Málaga al que no le importa que su rival tenga el balón si ellos se sienten cómodos en el plano defensivo.

Los andaluces, que han perdido potencial con respecto al año pasado, tienen en el excéltico Charles a su principal baza ofensiva. El que fuera jugador del Celta durante dos temporadas lleva seis goles, una cifra a la que solo se le acerca Camacho desde el mediocentro.

La contienda será especial para el hispanobrasileño, que el curso pasado apenas tuvo oportunidades con Berizzo y ya tenía pensando salir antes de final de temporada. Frente a su motivación juega el conocimiento de la zaga céltica sobre sus virtudes. No será el único peligro, porque Amrabat está recuperado.