El mediocentro jugó 77 minutos, se despidió en el campo y luego en el vestuario
01 ene 2016 . Actualizado a las 10:14 h.Augusto Fernández se despidió en el campo. Recogió el guante del Toto Berizzo y disputó los últimos 77 minutos como jugador céltico. Lo hizo cumpliendo en números y en actitud, pero no pudo marcharse con un triunfo. Atrás quedan para él tres años y medio en el equipo que le devolvió al primer plano del fútbol.
Berizzo quiso agradecerle los servicios prestados: «Quiero felicitarle por su comportamiento y compromiso sabiendo que se exponía a cualquier cosa. Quiso estar y si le toca irse, quiero mostrar mi respeto para un futbolista enorme, le deseo toda la suerte del mundo allí donde vaya».
Augusto no acabó el partido porque tenía contracturado el gemelo, algo que el Toto achacó a los nervios que el ya excapitán vivió durante los últimos días. Aun así, fue el más seguro en el pase con un acierto del 100 %. En todos los lances estuvo correcto y concentrado, aunque quizás comenzó un poco titubeante. Lo único que no hizo Augusto fue despedirse oficialmente, algo que podría hacer mañana. Berizzo ya confirmó que no estará en Málaga aunque el mercado de pases no se abra hasta el lunes.
Cabral, uno de sus mayores apoyos en el vestuario fue el primero en despedirlo: «Se dejó la vida por esta camiseta, ojalá le vaya bien». Un discurso que siguieron quienes dieron la cara tras la derrota con el Athletic. «No hace falta que diga lo que significa Augusto para este club. Estamos dolidos por su marcha pero apoyamos su decisión. Se va una grandísima persona», explicó Sergi, que admitió que se habían despedido de él en el vestuario. Sergio Álvarez, el portero, le agradeció que «tentase axudar como profesional», antes de recordar que en momentos difíciles a nivel personal y profesional el argentino siempre estuvo ahí. La próxima vez será un rival.