El regreso del hombre tranquilo

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Yoel vuelve el sábado a Balaídos defendiendo la camiseta del Valencia

08 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tenía mucha tranquilidad, era avispado, listo, abierto, muy majo y las paraba todas». Así recuerda Javier Maté al Yoel Rodríguez que descubrió en el Colegio Hogar cuando el hoy portero del Valencia no era más que un alevín. Su capacidad para interiorizar las indicaciones y su sangre fría llamaron la atención del Celta, donde comenzó un camino que le ha llevado hasta Primera División.

El próximo sábado, en la visita del Valencia a Balaídos, el meta vigués podría enfrentarse por primera vez en Liga a su exequipo. Diego Alves, titular habitual, se recupera un esguince de rodilla que puede abrir las puertas de la titularidad a un Yoel que se reencontrará con excompañeros y amigos. Porque si algo caracteriza al excéltico es su capacidad para sembrar amistades allá por donde pasa. «É un bo amigo. Desas persoas que se agradecen nos vestiarios porque sempre está de bo humor, alegre, facéndote rir», recuerda Víctor Vázquez, Churre, que compartió con Yoel vivencias en el filial celeste y durante las sesiones de entrenamiento con el primer equipo.

Churre, al igual que Maté o Rafa Sáez, el técnico que le hizo debutar en Segunda B cuando solo tenía 17 años, fueron testigos de cómo el portero y su fútbol crecían a pasos agigantados hasta la élite. «Xa no filial me sorprendía. Fisicamente era un xogador potente e moi bo cos dous pés. Sabía que tarde ou cedo chegaría a Primeira porque tiña cualidades e era traballador», recuerda Churre. Con él coincide Mateo Míguez, que compartió un buen puñado de años con Yoel en el Celta y que recuerda sobre todo la capacidad del jugador «para facer vestiario. É moi compañeiro, extrovertido e alegre» fuera del césped, y resolutivo sobre el campo. «Se tivera que definilo diría que é un porteiro moderno, completo, atrevido e áxil».

Tranquilo y notable

Rafa Sáez recuerda con claridad el día que dio la alternativa a Yoel Rodríguez en el filial del Celta. «Tiña 17 anos. A falta de sete ou oito partidos o filial atopábase en postos perigosos en Segunda B. Buscabamos pausa e tranquilidade para saír adiante e pensamos nel». Era una apuesta arriesgada, reconoce, pero bien fundamentada. «Era un rapaz cunha suficiencia impresionante, que asumía con naturalidade a presión e que non tiña temor aos erros propios ou alleos». Su calma bajo palos le convirtió en el portero titular hasta final de temporada y dio las primeras pistas de hacia dónde podía dirigirse la carrera del jugador.

«Siempre trabajó muy bien. Metió muchas horas con Alemany, con Patxi Villanueva o con Emilio. Siempre interiorizó muy bien la responsabilidad y destacó por ser capaz de transmitir tranquilidad a sus compañeros», destaca Javier Maté.

Con la camiseta del Celta Yoel fue puliendo las cualidades innatas de un jugador que desde pequeño mostró bajo palos una madurez impropia y que con el paso de los años se ha depurado. «Para min é un porteiro notable en todas as facetas do xogo. Domina ben as dúas pernas, xoga coa mesma tranquilidade ante 30 persoas que ante 30.000, ten capacidade de mando e sabe transmitir, e técnicamente é bastante competitivo», enumera Rafa Sáez. El entrenador del Coruxo reconoce que ya desde joven Yoel «apuntaba a profesional».