El argentino se expone a entre cuatro y doce partidos de sanción

La Voz

GRADA DE RÍO

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El código disciplinario de la Federación tiene tipificado en su artículo 94 que «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos», por lo que, a menos que admitan el escrito remitido por el Celta para que se identifique a Augusto Fernández como el autor del insulto a Gil Manzano, Larrivey se expondrá a una sanción que podría apartarle del campo entre cuatro y doce partidos.

La lógica y los precedentes hacen pensar que el argentino se enfrentaría a una sanción de cuatro encuentros, un período que en todo caso afectaría de lleno al ya maltrecho ataque celeste.

Los precedentes no animan

Aunque el Celta intentará que se dé credibilidad a la autoinculpación de Augusto, lo cierto es que el club ya vivió sin éxito una situación parecida. En el curso 2009/10 en un Celta-Albacete, Trashorras propinó un puñetazo al meta rival, Antonio Notario, que el árbitro atribuyó a David Catalá. Trashorras confesó que él había sido el autor del golpe, y no Catalá, pero Competición no atendió ni a la autoinculpación, ni a las pruebas presentadas por el Celta ni tan siquiera a la declaración de Notario señalando que no había sido Catalá el que le había pegado. Sancionaron al jugador con cuatro partidos.

Además de lo que ocurra con Larrivey o Augusto, en el Celta podría ser sancionado Gustavo Onaindía, del cuerpo técnico, que según recoge el acta, se dirigió a Gil Manzano diciéndole: «Es una puta vergüenza. Llevan perdiendo tiempo todo el partido». El árbitro califica al técnico como «delegado» del equipo.