Un Celta a ritmo de tango

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La llegada de Larrivey añade todavía más peso a la nutrida presencia argentina en el vestuario

19 jun 2014 . Actualizado a las 14:28 h.

El Celta 2014/15 se moverá a ritmo de tango, el sonido patrio con el que creció todo el cuerpo técnico del equipo, así como una parte importante de la plantilla con la que el club luchará la próxima temporada en Primera División. Y es que aunque la presencia de futbolistas sudamericanos en el vestuario es algo habitual en el club vigués, el acento argentino tendrá especial notoriedad a partir del próximo mes. Cinco miembros del nuevo cuerpo técnico, además de cuatro jugadores -contando a Pablo Hernández, pendiente todavía de cerrar su fichaje- tienen nacionalidad argentina, y el club vigués mantiene muy presente al país sudamericano en lo que a incorporaciones se refiere. De hecho, varios jugadores argentinos -caso de Vangioni o de Pezzella- han sonado para reforzar la nueva plantilla que dirigirá el Toto Berizzo.

Cruz Alta, en la provincia de Córdoba, se convertirá en un referente conocido en el futuro vestuario céltico, puesto que de allí proceden su entrenador, y dos de sus ayudantes, Ernesto Marcucci y Gustavo Onaindia, que ya acompañaron al Toto en su andadura en el O´Higgins chileno. Carlos Kisluk, que asumirá la responsabilidad del entrenamiento de los porteros, nació en la provincia de Chaco, mientras que de Rosario, en Santa Fe, es Pablo Fernández, el preparador físico que tomará el testigo dejado por el mallorquín Rafel Pol en la puesta a punto de los jugadores.

Y si el nuevo banquillo de Balaídos tiene acento argentino, la lista de jugadores de los que dispondrá Berizzo no se queda atrás. Gustavo Cabral, con quién el Celta negocia su continuidad, y Augusto Fernández, que estos días se encuentra disputando el Mundial con la albiceleste, comparten la provincia de Buenos Aires como lugar de nacimiento. El primero es oriundo de La Matanza, mientras el segundo creció en la localidad de Pergamino. Más lejos de la capital bonaerense nacieron Joaquín Larrivey, el primer fichaje oficializado de la era Berizzo, que procede de la provincia de Entre Ríos, y Pablo Hernández, que vino al mundo en Tucumán, provincia que además le da su apodo, El Tucu.

Entre River y Vélez

Más allá de la mera geografía, el futuro Celta tiene dos referentes comunes importantes, River Plate y Vélez Sársfield. En los pasillos de las ciudades deportivas de ambos clubes y sobre su césped se han movido varios de los actuales celestes. Berizzo, antes de aterrizar como central en Vigo, defendió los colores de River Plate, un club por el que también pasaron Gustavo Cabral y Augusto Fernández. El internacional debutó con los millonarios en 2006 y continuó hasta 2009, coincidiendo con su compañero Cabral, que aterrizó en el club bonaerense en 2008, defendiendo su elástica durante dos campañas.

En Vélez Sársfield ejerció Carlos Kisluk formando parte del cuerpo técnico, y allí fue a parar Joaquín Larrivey en 2009. Al finalizar el curso el nuevo delantero del Celta regresó a Italia, por lo que no coincidió con Augusto Fernández, que llegó al equipo precisamente en la campaña siguiente para defender sus colores hasta 2012, cuando el Celta llamó a su puerta y el atacante decidió poner rumbo a España.

Tradición albiceleste

El vínculo del Celta y el fútbol argentino no es nada nuevo, ni mucho menos. El club vigués siempre ha tenido preferencia por los jugadores de corazón albiceleste, y las plantillas viguesas de este siglo en Primera División así lo confirman. En la temporada 2001/02 hasta cinco futbolistas nacidos en Argentina defendieron la camiseta del Celta. Berizzo, el nuevo técnico del equipo, era uno de ellos. A su lado estaban Cavallero, Cáceres, Gustavo López y Turdó. Y aunque notable era la presencia argentina, la brasileña no se quedaba atrás, con Giovanella, Catanha, Vagner, Edu y Doriva formando parte del equipo de Fernando Vázquez.

Al curso siguiente la tendencia se mantuvo y en el vestuario del Celta continuó el peso de los futbolistas argentinos con la única novedad de la llegada del Gallego Méndez y la salida de Turdó. Fue en la campaña 2002/03 cuando la presencia de jugadores nacidos en Argentina tuvo su máximo apogeo con la incorporación de Coudet, que supuso elevar a seis el número de futbolistas de dicha nacionalidad. A ellos se sumaban además otros seis brasileños (Sylvinho, Edu, Catanha, Vagner, Giovanella y Doriva), dejando a las claras el peso de los futbolistas sudamericanos en el equipo que lideraba Miguel Ángel Lotina.

Cinco jugdores nacidos en Argentina continuaron prestando sus servicios al Celta el curso siguiente, y en el regreso a Primera tras el descenso en 2005, Placente, Lequi, Méndez y Gustavo López siguieron vistiendo la elástica viguesa. Ellos son los predecesores de la tendencia argentina actual.